La ciencia ya no es sólo un atributo ventajoso de nuestra especie, sino que se ha constituido en un elemento indispensable de la supervivencia. Si la ciencia desapareciera hoy, nosotros,los descendientes de aquellas criaturas que no habían necesitado de ciencia moderna, podríamos perecer, porque ahora sí nos es indispensable. En nuestros días somos demasiado numerosos comopara poder sobrevivir en las naciones modernas sin energía, abrigo, alimentos, medicina y tecnología derivados de la ciencia. Si tocáramos el planeta con una varita mágica que hicieradesaparecer la ciencia y todo lo producido por la ciencia y la tecnología, en pocos días moriría por lo menos un 80% de la humanidad. Hoy la distribución desigual de la ciencia moderna entre lospueblos de la Tierra nos ha colocado al borde de la extinción. Este desastre puede ocurrir a causa de un aumento creciente del oscurantismo habitual que menoscaba esa ciencia de la cual ahoradependemos, o porque el competidor pone en juego estrategias que arruinan el modelo que manejamos nosotros y nos fuerza a desempeñarnos en situaciones en las que nuestra manera de interpretarresulta poco menos que inservible. Con el estilo claro que caracteriza sus ensayos Cereijido nos sugiere una serie de tareas que debemos emprender para mejorar y tratar de salir vivos deeste trance. Marcelino Cereijido nació en Buenos Aires en 1933. Tras graduarse en la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA con la mejor tesis doctoral de su promoción realizó estudiosposdoctorales en Harvard. Es miembro de varias academias científicas y autor de libros científicos y ensayos notables. Vive en México donde se exilió durante los años '70 y recibió una larga listade distinciones, entre las que se cuenta el Premio Nacional de Ciencias de ese país. Actualmente, es profesor emérito del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV).
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