La Ciencia Contra La Fe





























“La ciencia contra la fe”
Raúl Leguizamón





Martha Daniela Canales Serrano
2867272
Materia: Lógica y Filosofía de la ciencia
Maestro: Miguel Rolón






Introducción

Los dogmas de fe son muy difíciles de refutar con argumentos científicos. En la actualidad, una buena cantidad de personas sigue obstinadamente creyendo cosas, no solo desprovistas de todo fundamentocientífico, sino que, además, están en franca contradicción con el conocimiento científico que hoy poseemos.

La creencia en el origen del hombre a partir del mono, es sólo una hipótesis de trabajo, una suposición, una conjetura, más o menos razonable, más o menos coherente, más o menos disparata­da, pero siempre de carácter hipotético. No sólo no demostrada, sino, aún más -por definición-,indemostrable. Y la ciencia es de­mostración.


Semejanzas

Mucha gente nunca le ha otorgado la menor importancia, el hecho es que entre los monos y el hombre... ¡hay semejanzas!
De acuerdo a este descubrimiento existen, sin lugar a dudas, semejanzas entre los monos y el hombre. Efectivamente: tenemos ojos como los monos, cuatro extremidades, estómago, hígado, pulmones, corazón de cuatrocavidades, sangre caliente.

El Eslabón Perdido

Insisten en las semejanzas actuales, que los monos son, de acuerdo a la hipótesis darwinista, nuestros "primos" dicen que el antecesor común “es, un mono en vías de hacerse hombre: el célebre "esla­bón perdido", que ya no existe, según dicen, pero que en un tiempo, allá, hace muchos años, parece que sí. Todo fósil de mono que tenga semejanzas con elhombre es -hasta que se demuestre lo contrario- el "antecesor común".


Fósiles

Existen fósiles de monos que muestran se­mejanzas con el hombre. Resulta que algunos restos fósiles de mono tienen incisivos y caninos más pequeños que otros monos, en for­ma semejante a los del hombre. Esto constituye, para muchos investigadores, una "demostración" de que estos monos habrían sido nuestros antepasados,sin tener en cuenta -al parecer- que existen monos vivientes (el Baduino Gelada, sin ir más lejos) que también tienen incisivos y caninos pequeños -como el hombre, actualmente muchos científicos han descubierto varias similitudes entro los fósiles de monos a los hombres, como pueden ser los dientes, la forma de caminar, la forma del cuerpo, pero esto no demuestra que seamos descendientes de losmonos, existen un sin fin de teorías diferentes sobre el tipo de mono del que descendemos.

Moléculas

Como todo este asunto de los fósiles era tan endeble que no resistía, , el menor examen crítico, los creyentes en la hipótesis del origen simiesco del hombre decidieron buscar nuevos horizontes hermenéuticos para poder de­mostrar la hipótesis. Y así apareció el argumento de las semejanzasmoleculares. todos estos argumen­tos, basados en semejanzas, para establecer pa­rentescos, son sólo sofismas, pues parecido y parentesco son dos cosas perfectamente distintas. La hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos de la sangre), por ejemplo, planteó, de entrada no más, un enigmático problema. Es cierto que está presente en el hombre y en los monos, lo cual provocó un júbilo rayano en el trancemístico (parece que algunos llegaron a la "visión unitiva" con Darwin). El problema es que también es­tá presente en todos los vertebrados. Por ello es que en la naturaleza pueden darse multitud de seres vivientes con relativamente pocos elementos materiales. Pero por la proporción y la forma en que están dispuestos, originan seres esencialmente distintos, a pesar de las se­mejanzas.
Por eso -repito-es que la semejanza no prueba el parentesco.

Comportamientos

los autores evolucionistas insisten con las seme­janzas. Y puestos a buscarlas, algunos antropólo­gos se lanzaron a comparar patrones de compor­tamiento El asunto tiene sus antecedentes allá por la década de 1920, cuando un biólogo (Crookshank, darwinista por cierto) sugirió que los negros (no los nuestros, sino los de África)...