La ciudad de dios

LA CIUDAD DE DIOS
San Agustín (354 -430)

La creencia en la igualdad humana rompió tajantemente con la escala de valores que había predominado en la concepción de la polis. Para Cicerón, como para Platón “saber gobernar” es la tarea en el que los hombres pueden ser felices, lo que revela la antigua creencia de que el estado es supremo sobre todas las demás instituciones. Por lo que esatradición no figuraba la idea de una fidelidad compartida con otra lealtad que pudiera competir con los títulos del “deber”. Sin embargo, dicho abismo entre la ciudad celestial y la de la tierra, se vería reducido cuando el emperador Marco Aurelio en la lealtad a su puesto hizo evidente el anhelo por llevar una vida más satisfactoria, dando como fruto una iglesia que pretendía ser la portavoz de una vidaespiritual superior a todo lo que ofrecía la tierra.

Cuando San Agustín de Hipona escribe la Ciudad de Dios, la difusión del Cristianismo se encontraba en su máximo apogeo en la Europa Occidental, haciéndolo en contra de las religiones paganas tradicionales. De padre pagano y madre cristiana, tras innumerables búsquedas que realizo por definir su verdadera creencia, en el año 387 se convierteal cristianismo, es bautizado y nombrado obispo de Hipona (actualmente Annaba, Algeria). Se encontrará involucrado a las controversias sobre la definición de la fe cristiana y su resolución. Su impulso para escribir la Ciudad de Dios es el camino que toma para que a partir del saqueo acaecido en Roma a manos de los visigodos liderados por Alarico, que por cierto era cristiano, pueda demostrar supropia meditación, además de desarrollar una interpretación teológica de la historia que se vivía. “Contra Paganos”, subtítulo de su obra remarca su intención, para lo cual es necesario comprender que todo parte a raíz de que el emperador Constantino se convierte al cristianismo dado que de esa forma Roma reflejaría la voluntad divina del reino de los cielos, declarándose así al Cristianismo comoreligión oficial. Por lo que ante el saqueo de la polis se pone en duda todo eso, demandando el retorno de las tradiciones religiosas originales. Sin duda ¡El Cristianismo era el culpable!
San Agustín pretende rebatir estos argumentos paganos, rechazaba a los optimistas que consideraban que el Imperio era el establecimiento de ese reino, como a los desilusionados de tal concepción. “El Imperio noes un instrumento para el avance del cristianismo, pero tampoco un obstáculo, providencialmente es neutro”. El reino de los cielos no depende de la estructura política como tal, sino de la fe de sus creadores. De esta forma San Agustín des-diviniza la historia del Imperio y desmitifica las visiones paganas. Su interés es declarar que no existe relación entre el destino histórico de Roma y lamarcha de la providencia. Sólo Dios sabe quien pertenece al reino de los cielos “escrutando corazones”
A partir de esta lucha, entre los buenos y malos, los optimistas y los desesperados, los creyentes y los paganos, se simbolizará esta ambigüedad de las cosas humanas con la imagen de dos ciudades: La Ciudad de Dios y la Ciudad Terrena.
Define a ambos en forma equivalente: Ciudad de santos einjustos, del orgullo y la humildad, de los piadosos y los no piadosos, de los elegidos y los condenados. Una se dirige al bien y alcanzará la salvación y la otra, subordinaba ese bien a sus intereses personales y por lo tanto estaba condenada. Así, concluye que todas las sociedades humanas contienen a ambas ciudades, las cuales podrán ser separadas hasta el juicio final.
Estas ciudades se originan apartir de motivaciones internas; las de la Ciudad Terrena son el amor por si mismos cuya connotación es el orgullo y la soberbia, y las de la Ciudad de Dios, el amor a la divinidad que traspasa las cosas terrenales. A partir de esta concepción, San Agustín construye una concepción de lo político.
Ambas ciudades se encuentran mezcladas por la existencia de amores intermedios cuya consumación es...