La Ciudad Escrita
Páginas: 10 (2330 palabras)
Publicado: 19 de febrero de 2013
LA CIUDAD ESCRITA
BRENDA_UIS@HOTMAIL.COM
La ciudad infernal, el último fondeadero, el que existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuo: buscar ysaber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio... Ítalo Calvino.
La ciudad nos habla de muchas maneras. Parte de un abecedario hecho de arena, de piedra, de madera, de vidrio, de hierro cuyos signos tienen espesor, masa, altura, brillo, textura, función; y somos nosotros quienes componemos textos a partir de él estableciendo una relación tanespecial que acabamos registrándola en letra escrita sobre papel trasmutándola a la lectura solitaria y reposada de nuestros relatos más singulares. Somos lectores personajes y narradores.
La ciudad es el libro abierto del ser humano dónde está escrita su historia, las narrativas fundacionales, los valores de la colectividad, las instrucciones de cómo vivir, etc. Sus espacios públicos, lascasas, sus fachadas, sus rincones, las avenidas, son la expresión de ése lenguaje silencioso e invisible que se establece entre la ciudad y sus habitantes, filtros dentro del cual transcurre la vida, y en el que se nos interpela mediante un lenguaje obvio: los posibles significados de sus símbolos conocidos. Por tanto, cada casa, cada escuela, cada tipología edilicia o urbana, cada solución técnica,cada ciudad, en tanto texto
colectivo, vehiculiza y almacena una cultura, una memoria, un conocimiento, un saber, una narración de su historia, de su pasado, presente y futuro.
No obstante, hoy persiste la necesidad de una concepción de ciudad que la considere en su profunda naturaleza y en su complejidad, siendo moderna o posmoderna, industriales o posindustriales o del tercer mundo. Unaconcepción que tome en cuenta a los actores sociales, a los grupos y clases sociales que protagonizan la ciudad, en su dialéctica real, en su relación cotidiana e histórica. Para ello, debemos dedicarnos a la tarea de construir el conocimiento de la ciudad, considerándola en ese proceso complejo, determinado por un conjunto de procesos que se entrelazan y comunican en una totalidad concreta.Arturo Almandoz (2000), en esa búsqueda definitoria de lo urbano y la ciudad moderna, escribió sobre sus atributos y se aproximo a la intimidad de la ciudad a través de la memoria. Para él, la ciudad está memorizada en nosotros desde nuestro habitar, desde nuestro ser-en-ciudad y somos así, memoriosos gracias a nuestro padecer ciudad, a nuestro amar ciudad. Por ello, para averiguar cuál es esa,nuestra memoria de la ciudad tendremos que preguntarnos sobre esa cotidiana y vivencial, atávica y existencial relación nuestra con la ciudad, poblada de desasosiego, de excitaciones y cansancios (Almandoz: 134).
No podemos omitir que cada uno de nosotros somos parte integrante de la ciudad, con sus vicisitudes, con la carga de sentimientos de todas las generaciones, de los acontecimientos públicos,de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos; todos se contraponen y se confunden en la ciudad hasta convertirse, como piensa Aldo Rossi (1971: 25), en los signos de esta vida cotidiana...
De esta manera, los relatos se vuelven parte de la historiografía de ésa ciudad dónde cada experiencia individual se suma a una CRÓNICA URBANA excepcional y humana.
La Crónica como género,ha ganado espacio en los actuales momentos dentro de la cultura latinoamericana, dónde especialistas, artistas, literatos y ciudadanos comunes procedentes de diversas latitudes han hecho de la ciudad su espacio de reflexión y producción intelectual. La CRÓNICA URBANA se ha impuesto como medio para contar historias, entender la urbe e interrogarse así mismo y a la sociedad sobre el modo en que...
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La ciudad infernal, el último fondeadero, el que existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuo: buscar ysaber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio... Ítalo Calvino.
La ciudad nos habla de muchas maneras. Parte de un abecedario hecho de arena, de piedra, de madera, de vidrio, de hierro cuyos signos tienen espesor, masa, altura, brillo, textura, función; y somos nosotros quienes componemos textos a partir de él estableciendo una relación tanespecial que acabamos registrándola en letra escrita sobre papel trasmutándola a la lectura solitaria y reposada de nuestros relatos más singulares. Somos lectores personajes y narradores.
La ciudad es el libro abierto del ser humano dónde está escrita su historia, las narrativas fundacionales, los valores de la colectividad, las instrucciones de cómo vivir, etc. Sus espacios públicos, lascasas, sus fachadas, sus rincones, las avenidas, son la expresión de ése lenguaje silencioso e invisible que se establece entre la ciudad y sus habitantes, filtros dentro del cual transcurre la vida, y en el que se nos interpela mediante un lenguaje obvio: los posibles significados de sus símbolos conocidos. Por tanto, cada casa, cada escuela, cada tipología edilicia o urbana, cada solución técnica,cada ciudad, en tanto texto
colectivo, vehiculiza y almacena una cultura, una memoria, un conocimiento, un saber, una narración de su historia, de su pasado, presente y futuro.
No obstante, hoy persiste la necesidad de una concepción de ciudad que la considere en su profunda naturaleza y en su complejidad, siendo moderna o posmoderna, industriales o posindustriales o del tercer mundo. Unaconcepción que tome en cuenta a los actores sociales, a los grupos y clases sociales que protagonizan la ciudad, en su dialéctica real, en su relación cotidiana e histórica. Para ello, debemos dedicarnos a la tarea de construir el conocimiento de la ciudad, considerándola en ese proceso complejo, determinado por un conjunto de procesos que se entrelazan y comunican en una totalidad concreta.Arturo Almandoz (2000), en esa búsqueda definitoria de lo urbano y la ciudad moderna, escribió sobre sus atributos y se aproximo a la intimidad de la ciudad a través de la memoria. Para él, la ciudad está memorizada en nosotros desde nuestro habitar, desde nuestro ser-en-ciudad y somos así, memoriosos gracias a nuestro padecer ciudad, a nuestro amar ciudad. Por ello, para averiguar cuál es esa,nuestra memoria de la ciudad tendremos que preguntarnos sobre esa cotidiana y vivencial, atávica y existencial relación nuestra con la ciudad, poblada de desasosiego, de excitaciones y cansancios (Almandoz: 134).
No podemos omitir que cada uno de nosotros somos parte integrante de la ciudad, con sus vicisitudes, con la carga de sentimientos de todas las generaciones, de los acontecimientos públicos,de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos; todos se contraponen y se confunden en la ciudad hasta convertirse, como piensa Aldo Rossi (1971: 25), en los signos de esta vida cotidiana...
De esta manera, los relatos se vuelven parte de la historiografía de ésa ciudad dónde cada experiencia individual se suma a una CRÓNICA URBANA excepcional y humana.
La Crónica como género,ha ganado espacio en los actuales momentos dentro de la cultura latinoamericana, dónde especialistas, artistas, literatos y ciudadanos comunes procedentes de diversas latitudes han hecho de la ciudad su espacio de reflexión y producción intelectual. La CRÓNICA URBANA se ha impuesto como medio para contar historias, entender la urbe e interrogarse así mismo y a la sociedad sobre el modo en que...
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