La ciudad y los perros (Vargas LLosa)

Vargas Llosa. La ciudad y los perros

El Leoncio Prado, de Lima, es un colegio militar, al que acuden muchachos de muy variada condición y con muy dispares intereses: los hay que vienen realmente a estudiar para militares, los hay que vienen a prepararse para otros estudios posteriores, los hay que vienen desde las sierras andinas para abrirse camino en la vida, los hay que han sido internadospor sus familias para desentenderse de ellos o para que reciban una educación severa; los hay, en fin, que vienen huyendo de la delincuencia y de la justicia.
Otro tanto sucede entre los mandos responsables del centro, cuyas actitudes oscilan entre la honradez a carta cabal y la corrupción vil y descarada; entre la profesionalidad y la incompetencia; entre la responsabilidad y la holgazanería.En cualquier caso, unos y otros están unidos por la obediencia, real o aparente, según los casos, a un reglamento y unas ordenanzas que cada uno interpretará en virtud de sus intereses particulares y de sus respectivos proyectos y aspiraciones en la carrera militar.
Con esta fauna tan variada, el centro resulta una especie de laboratorio social, un microcosmos en el que se condensan y reflejanlas virtudes y los vicios de la sociedad circundante, si bien contextualizados en un ambiente cuartelario. Ni qué decir tiene, por tanto, que las virtudes son las propias de la milicia y de la vida castrense: el sentido del honor, la valentía, la virilidad, la obediencia, el compañerismo, etc.; y los vicios, también: la corrupción, la delación, el machismo, la fanfarronería, la grosería, elautoritarismo, las actitudes vejatorias, etc. A unos y otras se añaden los elementos propios de la adolescencia y la vida colegial: la picaresca, la agresividad, el deseo de dominio, el robo, la procacidad y la desvergüenza, el consumo de alcohol y tabaco, la efervescencia sexual, canalizada a través de la homosexualidad, la sodomía, la zoofilia, el recurso a la prostitución, etc.
Cae de su peso que, sitodo esto es posible en centro educativo militar, ello es debido a que en él, por debajo de las ordenanzas y reglamentos, se impone la ley del más fuerte, la ley de la jungla. Así, por ejemplo, la estructura jerárquica de los mandos militares del centro ha sido calcada y adoptada también por los alumnos: los cadetes de quinto someten, explotan y humillan a los de cuarto; y éstos, a su vez, hacenlo mismo con los de tercero1, que son objeto de todo tipo de vejaciones y llamados despectivamente los perros.
Tradicionalmente, los perros suelen sufrir con resignación el trato degradante, en espera de que les llegue su turno de dominio al año siguiente, con la incorporación de una nueva promoción de novatos. Pero en la historia que nos ocupa esto no sucede así: la promoción protagonista deLa ciudad y los perros2 consigue organizarse bajo el liderazgo de un tipo duro, un novato que había plantado cara él solo a los veteranos; es un muchacho fuerte, ágil, agresivo y bregado en peleas callejeras, al que sus compañeros apodarán el Jaguar y proclamarán como líder. En torno a él configuran un grupo de resistencia y ataque, el Círculo, en el que se integran los treinta y dos cadetes quecomponen la Primera Sección y comparten cuadra de dormitorio. Pronto, pasan de sufrir las típicas y crueles novatadas a “fregar” a los veteranos, es decir, de sufrir vejaciones a practicarlas. Pero el grupo es descubierto por un superior en una de sus reuniones clandestinas, por la noche en los váteres, y tiene que disolverse.
Pero la disolución no es completa, pues el Jaguar logra reorganizarel Círculo con unos cuantos allegados: Cava, Vallano, Rulos y Boa. Este quinteto se constituye en un grupo de dominio sobre los demás, una especie de mafia, que domina todo. Entre sus prácticas está la de robar los exámenes que van a poner los profesores y traficar con las preguntas entre sus compañeros.
Aquí comienza la historia de LCyP. A raíz del robo de un examen de Química, Ricardo...