La Ciudad

LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
8º SEMESTRE
GINNA MARCELA ORTEGA REALPE
MARISOL PARRA GAVIRIA

LA CIUDAD COMO PRODUCTORA DE SENSACIONES QUE PERMITE LA CREACIÓN LITERARIA

Las ciudades invisibles de Italo Clavino, despierta el interés de hacer nuestro recorrido cotidiano, algo significativo, que las imágenes que veamos se conviertan en relevantes en nuestro imaginario,construyendo así otra perspectiva de la ciudad que tan comúnmente nos parece el resto de los días. Pasar por las mismas calles, recorrer los mismos parques se ha llegado a convertir en una mala costumbre, caminar sin detallar, sin asombrarse, sin inmutarse si algún cambio ha ocurrido, con la mente en blanco o pensando en infinidad de cosas que no permiten disfrutar de una ciudad que nos grita que estáviva y que también es un personaje que merece que dirijamos nuestra atención, palabras y escritos.

Entre montañas escondidas, a veces nubes cubriendo el panorama, y sobre sus carreteras que conducen siempre a una nueva curva, aparece un lugar extenuante y maravilloso, sorprendente a la vista de quienes vienen inquietos y ansiosos en un camino que en momentos pareciera interminable y estogenera ansiedad abismal sobre un trayecto que nunca acaba.
De repente, tras una curva pronunciada que desvía al cuerpo, los ojos se centran en un paisaje que cautiva, y las zonas verdes resguardando un tesoro invaluable, camuflándolo con ese verde intenso que solo se ve en la aurora de la mañana, protegiéndolo como una madre a su primogénito.
Así, empieza las pequeñas casas que rodean laperiferia de la ciudad, una casa, 5 minutos, otras casas, y viajando por la carretera en un instante las viviendas se han unido como fortalezas que dan la bienvenida a una ciudad, la perdida entre las montañas, la sorpresa de las miradas nuevas, la tranquilidad de rostros que con su sonrisa motivan al visitante a conocer el lugar. Pero, al entrar más el contraste de edificios se hace notorio, ya lasanteriores casas de uno o dos pisos, a medio pintar, sin jardines, fueron reemplazadas por construcciones modernas.
El cansancio del viaje y el sueño no impide que al llegar las maletas queden tiradas, pues la curiosidad por recorrer este sitio desconocido es mayor. Así se inicia el laberinto por calles angostas, casas aun con la marca de un gusto propio, casas que viven por si solas y que noadmiten que sus grandes ventanas, sus balcones bordeados de madera y sus paredes hechas de tapia o barro se queden en un pasado que el futuro quiere llegar a aplastar.
Al empezar a transitar solitariamente como si todos se hubiesen disipado, la mente afirma: “aquí nadie vive”, y de repente la multitud aparece, ahora caminando entre personas que compiten por un puesto en el andén, la hilera denegocios, zapatos, ropa, variedades, juguetes, comidas, anuncios de rebajas, inundan con vida a una ciudad que parecía muerta.
Entre el afán de las personas, los gritos de los vendedores, el ajetreo del día, paradójicamente alrededor de un comercio abrumador, están descansando entre el ruido ensordecedor, entre sus cosas viejas y desgastadas que se han convertido en su única opción de estancia, losseres olvidados por la sociedad, temidos por algunos y comprendidos por pocos, sin ninguna alternativa de que el avance de la ciudad los lleve con ésta, pues han quedado rezagados por los prejuicios y la falta de interés de muchos, ¿sentirán frío? ¿Cuántos días estarán sin comer? ¿Qué pensarán de cada día? ¿Alguna vez tuvieron una familia?, pareciera que ignorar estas preguntas le diera tranquilidadpara al alma.
Después de sentir que el frio empieza a elevarse y los pies a cansarse, algo llama la atención, aquel recorrido vivo ha quedado marcado por la cantidad de iglesias que recuerdan a sus habitantes que su pasado seguirá latente en ellas, y aquellas edificaciones intentando llegar al cielo, creyendo representar el avance de la ciudad, nunca llegaran a marcar la historia como éstos...