La Colmena. Camilo José Cela

Camilo José Cela termina de escribir La colmena en 1948. Intenta publicarla en España pero no lo consigue. En 1951, la publica en Buenos Aires, editada por Emecé. El escritor no pertenecía al bando de los que perdieron la guerra, no era opositor y, por ende, estaba bien visto desde el régimen franquista, pero, paradójicamente, no logra publicarla en su país. La novela fue censurada y prohibida[1]y lo expulsaron de la Asociación de Prensa de Madrid, hecho que le generó una problemática continuación en los medios oficiales. No resulta tan llamativo el dato mencionado, dado que en ella puede observarse cómo el escritor, a partir de técnicas que serán analizadas a continuación, construye una visión absolutamente crítica del Madrid de la época.
La colmena es un texto complejo cuyaestructura novedosa se caracteriza por la proliferación de personajes, la elección del fragmentarismo, el simultaneismo, la concentración temporal y una construcción particular del espacio.[2] En el presente trabajo, realizaremos un recorrido a través de escenas significativas, con el objeto de observar las huellas de la de la guerra civil y la presencia del régimen franquista –en menciones, alusiones,referencias, tratamiento de personajes y situaciones- y analizar los límites de la crítica social en el texto, prestando especial atención a las funciones del narrador -particularmente al uso de la ironía en las descripciones de personajes y situaciones- y a la construcción de pasajes líricos en la configuración de la ciudad como mezcla en la que se introduce una visión particular de lo históricoy lo colectivo.
La colmena sitúa la acción en la España de posguerra, particularmente en Madrid, años de de hambre y miseria para muchos españoles.[3] Los personajes, que en su mayoría pertenecen a una clase media-baja, tratan de sobrevivir en un medio que se presenta difícil y oscuro. Cada uno tiene su propia historia y su drama personal, aunque de algunos no llegamos sino a intuirlo. Unambiente de tristeza y de apatía es recreado por el narrador a lo largo de toda la novela. Ahora bien, el texto dedica explícitamente breves menciones a la guerra civil; no obstante, aparecen recurrentes alusiones y referencias indirectas. La acción transcurre pocos años después[4], pero sus huellas, indefectiblemente, están presentes en los personajes y en las situaciones narradas.
La novelase estructura en seis capítulos y un epílogo titulado “Final”. Cada capítulo se estructura, a su vez, en diferentes secuencias en las que se presenta a uno o a varios personajes y se relatan sus vicisitudes. En cada secuencia, cambia la escena o los personajes involucrados. Cela imprime con recurrencia en estas presentaciones musicalidad al ritmo narrativo, a partir de la repetición del nombre delpersonaje en posición anafórica. “A Don Jaime Arce, que tiene una gran aires a pesar de todo, no hacen más que protestarle letras (…) Don Jaime Arce es, lo más seguro, un hombre honrado y de mala suerte (…) Don Jaime Arce no solía pensar en su desdicha; en realidad, no solía pensar nunca en nada (…) Don Jaime Arce se hacía un cigarrillo finito, como una pajita y lo encendía. (…) Don Jaime Arcecambia de postura, se le estaba durmiendo una pierna…” (22) El narrador insiste, focaliza, dado que varía de nombre de fragmento en fragmento, la repetición ubica al lector. Con apenas unas pocas frases, el narrador describe a los personajes destacando sus características, defectos físicos o morales, a veces con indiferencia, otras, con cierto cariño o compasión. “Don Leonardo no paga el servicio, nolo paga nunca. Se deja limpiar los zapatos a cambio de un gesto. Don Leonardo es lo bastante ruin para levantar oleadas de admiración entre los imbéciles.” (59) / “La señorita Elvira lleva una vida perra, una vida que, bien mirado, ni merecería la pena vivirla. No hace nada, eso es cierto, pero por no hacer nada, ni come siquiera. Lee novelas, va al café, se fuma algún que otro tritón y está a...