La Comida En El Quijote

LA COMIDA. ¿QUÉ COMEN DON QUIJOTE Y SANCHO?

Años atrás, los estudiosos del Quijote no consideraron relevante analizar las abundantes citas culinarias que aparecen en la obra, por considerarlo tema de escasa trascendencia. Sin embargo, durante los siglos XIX y XX, lo que era un dato anecdótico se fue convirtiendo en profunda referencia social e histórica. Cervantes retrata la comida de la épocade acuerdo a los personajes que por ella van pasando. En su mayoría se trata de una alimentación fundamentalmente pastoril, en la que se usan productos de granja y campo: aves, legumbres, vino, quesos, leche... El carácter agrícola de secano de las tierras manchegas hace que el trigo sea protagonista, y el pan, el alimento más citado en el Quijote (aparece 65 veces en singular y una en plural).De este tipo son las comidas de pastores y las de las ventas que encuentran en los caminos. Aunque también existe la referencia a los banquetes de gentes más pudientes (bodas de Camacho y casa de los Duques), que es donde únicamente aparece la carne (de caza, o de animales domésticos).

Cuando Don Quijote, era tan sólo don Alonso Quijano, tenía su vida bien regentada por el ama y la sobrina, quele administraban su modesta hacienda, y se encargarían de su alimentación habitual que se nos especifica, casi con rigor de dieta y con precisión de días de la semana nada más empezar la obra:

… Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, y algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de suhacienda (Quijote, I, 1).

Ya convertido en don Quijote, era el buen Sancho el intendente general en sus incursiones y aventuras, y así, nunca veremos a don Quijote preocupado de qué comer, sino, como los personajes de las novelas que leía, pensando en desfacer entuertos. Cuando don Quijote, sugerido el tema por el hambriento Sancho Panza, habla sobre ello, afirmaba «que es honra de los caballerosandantes no comer en un mes» (Quijote, I, 10), pero sí compartirá con Sancho —a quien pregunta lo que llevaba en las alforjas en aquel momento— una cebolla, un poco de queso y unos cuantos mendrugos de pan.

En otra ocasión, antes de partir Sancho como gobernador, aconsejará Don Quijote a su escudero, acerca de la comida:

Sancho come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fraguaen la oficina del estómago; sé templado en el beber considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra… (Quijote, II, 43).

También le hace prometer, en esa ocasión, que no incurrirá en excesos e incorrecciones como comer a dos carrillos o excederse en el ajo y la cebolla, que revelarían su villanía, y tampoco eructar delante de nadie.

Don Quijote no es buen comedor (deahí su aspecto), sino que está siempre en asuntos de más trascendencia:

—Come, Sancho amigo —dijo don Quijote—: sustenta la vida, que más que a mí te importa, y déjame morir a mí a manos de mis pensamientos y a fuerzas... (Quijote, II, 59).

Cuando sale por primera vez y come en la venta de Juan Palome un «mal remojado y peor cocido bacalao y un pan tan negro y mugriento como sus armas» éldice que le parece estar comiendo «mejor que un príncipe» (Quijote, I 2).

Sancho sabe por su señor que está acostumbrado a brebajes mágicos y a bebedizos y es devoto de las yerbas medicinales del campo, por lo que decide que lo mejor es recoger las yerbas y la fruta seca para su señor, que es caballero, mientras que para él, que no lo es, almacenará en las alforjas «otras cosas volátiles y demás sustancia» (Quijote, I, 10).

El pobre Sancho, en continuo y forzado ayuno, va buscando por dondequiera algo que comer, que entretenga su hambre y la de su señor, y así se va «tras el olor de ciertos tasajos de cabra que hirviendo al fuego en un caldero estaban» (Quijote, I, 11).

Muchas páginas después de compartir las viandas de los cabreros, encontramos a Sancho comprando unos...