La conquista verbal
Al momento de hablar sobre la conquista de América y el increíble triunfo de una nación menor en territorio y población, se hace indudable que algún factor extraordinario haya sido el precursor de todo lo ocurrido. Ricardo Piglia registró en su “Tesis del cuento” que un cuento siempre cuenta dos historias. Por ello, Las dos orillas, la nouvelle de Carlos Fuentes, podríaresumirse en una simple oración: “España descubrió y conquistó América, una nación más numerosa y mejor organizada políticamente que ella”. De ser así, la segunda historia sería aquella en que el eje principal (antes nombrada como factor extraordinario) y sostén los constituye la palabra.
¿Pero qué se entiende por palabra? Sin duda, las diferentes lenguas de ambas civilizaciones son su definiciónmás acertada, pero también sería correcto analizarla en cuanto al alcance que ésta tiene en los términos de poder (el que surge de la dominación de las lenguas y permite definir el curso de los hechos); creación (el surgimiento de ese poder, la palabra religiosa que da origen al universo y a las naciones); y religión (como refugio y amenaza de ambas culturas, siendo la palabra el puente entreellas).
En el relato de Fuentes, Jerónimo de Aguilar, el traductor de Cortés, y La Malinche, la esclava, más que traductora de Moctezuma, son quiénes ejercen el poder las lenguas, y al hacerlo, van guiando el curso de la historia. La palabra lo es todo para ambos, como así también para las civilizaciones que representan. La conocida “Historia verdadera de al Conquista de la Nueva España” podríaser una recopilación de las acciones surgidas del poder de la lengua, del combate de palabras entre traductores que transforma hasta el paisaje: “(…) pues la nueva geografía de Cholula, no era sino el reflejo del sinuoso combate de palabras, abismal a veces como una barranca (…)”p 37.
Jamás habría habido tal enfrentamiento si aquello que los jefes pretendían hacer, no se hubiera dicho y hecho.Jerónimo, en su afán de inventar y traducir a su antojo, terminó abriéndole caminos a la conquista, es decir, hizo realidad aquello callado por su jefe. Cuando recién se unió a Cortés en las costas de Tabasco: “(…) nadie allí, digo, podía saber que traduciendo al conquistador yo mentía y sin embargo yo decía la verdad.”p.40. Además, en esa misma página cuenta sobre el poder que las palabras leotorgaban para decidir la paz o la guerra.
Más adelante se hace evidente que La Malinche es quien determina la suerte del imperio aborigen: “Una mujer indígena como él, Marina, fue quien en realidad lo venció en su tierra, aunque con dos lenguas. Fue ella la que le reveló a Cortés que el imperio azteca estaba dividido (…)” Cuando los españoles intentaron entrar a Cholula y Marina consiguióconvencerlos del peligro que les esperaba una vez dentro, Jerónimo vuelve a preguntarse “Es cierto, o inventaba doña Marina tanto como yo?”p.39 Eso quedará incierto, pero sí era evidente que la palabra de Marina, por su romance oculto con Cortés, era ahora más poderosa.
Para continuar, en la p.54 se encuentra explícito que “(…) la palabra era, al cabo, el poder gemelo que compartían los dioses y loshombres.” Este poder compartido había comenzado a fecundarse desde el momento de la creación, cuento que los mayas incluían en sus oraciones cotidianas. La creación significó el surgimiento de todo por medio de la palabra y la transferencia de ésta a los hombres para que administraran su poder y la conservaran. Se suponía que la misma los mantendría con vida a ellos mismos y a sus futurasgeneraciones.
Paralelamente, así como Adán y Eva en la religión cristiana fueron los precursores de todas las naciones, Jerónimo soñó también, con dar a luz junto a Marina a una nueva nación. Dios había creado todo por medio de la palabra y ellos eran, ni más ni menos, que los dueños de las lenguas, lo que les permitía hacer lo mismo. Así se expresa Jerónimo:“(…) soñé que juntos ella y yo, Marina y...
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