La Constitución Como Medida Justa

En el año 1999, Venezuela, supuestamente, votó por la refundación de una República a través de la redacción de una nueva Constitución Nacional. Los teóricos de dicha Constitución, y el ciudadano común, ante una época turbulenta y de crisis, vieron en la nueva Constitución la resolución a muchos problemas ya que dicha constitución representaba una ruptura con los órdenes políticos viejos. “Cambio”y “Revolución” eran las palabras más escuchada por esas calles. Había hambre de ello y el ciudadano común, el hombre de Caracas, esperaba con ansias una “ruptura” con la “vieja” forma de Estado.

El hombre de Caracas, y de Venezuela, se enamoró del “cambio por el cambio”, no revisó ni examinó las circunstancias ni si debía cambiarse los viejos órdenes morales. Esa enfermedad, esa locura, deenamorarse del simple cambio, la describe delicadamente Etienne Gilson:

“Hay una receta segura para captar la atención y ganar el corazón de los jóvenes modernos; a saber, invitarlos a la demolición de los viejos códigos y de los ídolos antiguos. Si uno les dice que son espíritus completamente libres ante un mundo totalmente nuevo, y añade – si se quiere – que tienen el derecho –peor, eldeber- de pisotear todas las viejas pautas de conducta y del saber, y de echar las bases de nuevas pautas, es muy probable que uno gane su aprobación. Desafortunadamente, si productos adulterados pueden ser a veces un éxito en las ventas, como regla general los compradores lamentan tarde o temprano el haberlos adquirido (…) Es verdad que existió una vez la superstición de que todo lo viejo eraverdad; pero ahora sufrimos la contraria y no menos peligrosa superstición de que todo lo viejo es falso y todo lo nuevo es verdad” (Etienne Gilson, El Amor a la Sabiduría. AYSE, Caracas, 1974.)

Desafortunadamente, el venezolano actuó como un joven adolescente ávido de rebeldía al caer seducido por un discurso de cambio, de pisotear los órdenes institucionales ineficientes porque simplemente “noservían. En vistas de no emitir opinión sin antes examinar, es preciso revisar esos “viejos órdenes institucionales” que tanto se atacaron en 1999 y si son la medida justa para vivir en sociedad,. Será un análisis hecho desde las Ciencias Éticas sirviéndose también, pero de modo absoluto, de la Teoría Constitucional.

































1. Ellibre albedrío como única libertad individual

“Hay muchas maravillas, pero de todas, el hombre la más asombrosa. Puede navegar sobre el mar tormentoso, atravesando la furia de la tempestad, entre el sonoro ruido de las olas, haciéndose camino a través del altísimo henchimiento. La Tierra inagotable, imperecedera, trabaja sin descanso, de estación en estación, hacia adelante y hacia atrás aracon los bueyes.

Puede encerrar los alegres pájaros, colocando trampas, a todas las fieras ha aprendido a cazar, y a los peces que bullen en el mar profundo, con redes anudadas con recias cuerdas; tal es la inventiva del hombre. Con sus inventos se hace señor hasta de las bestias de los montes: al caballo de espesas crines somete con el yugo al cuello, así como al poderoso toro montaraz.Ha aprendido el lenguaje, y el pensamiento alado, y el temple mental para vivir en ciudades, y no estar desnudo, bajo el cortante frío o padecer bajo la lluvia inclemente; lleno de recursos contra todo lo que viene está el Hombre. Sólo ante la Muerte queda indefenso. Pero de la enfermedad dolorosa se cura con su propia habilidad.

Más allá de lo imaginable son la habilidad y agudezaalcanzadas por el Hombre, y unas veces lo encaminan al bien, otras al mal. Si observa la Ley, y sigue el camino recto que Dios ordena, es honorable; deshonorable el hombre cuyo corazón temerario le haga unir sus manos con el pecado; que yo no piense como él, ni habite en mi casa un hombre tan impío”. (Sófocles, Antígona. Tragedias Griega. Biblioteca Clásica de Gredos. Madrid, 2000. P.p: 89- 90)...