La Cosa En Movimiento
Para pensar la danza como obra de arte:
“Así aprendí triste la renuncia:
Ninguna cosa sea donde falta la palabra”
Stefan George, La Palabra
Cuando pensamos en una obra de arte, en nuestra cabeza irrumpe antes la imagen de una escultura o una pintura que cualquier otra cosa. No soy riguroso en este punto, no manejo estadísticas, me remito a un fenómeno queestá en la experiencia cotidiana. Cuando vemos por la calle un camión de mudanza que dice “Mudanza de obras de arte” seguramente adentro haya cuadros y esculturas y no un poema o un cuerpo de baile, de hecho su aviso no remite a otra cosa. Ya sea por mera circulación social, por el uso compartido de un sentido común, o vaya uno a saber por acción de qué mecanismo de distribución del sentido las cosasquedan así repartidas. Vamos a tratar entonces de ponernos a contracorriente y pensar la danza como obra de arte.
El producto de la plástica es una mercancía que adquiere el carácter de fetiche, en términos de Marx (casi se podría decir que es su corolario) vemos circular obras que se ofrecen en el mercado a valores siderales. Por el contrario, en la escena coreográfica el producto delmovimiento es totalmente inasible quedándole vedado este beneficio, básica, superlativamente económico. Pero no llegamos aquí para clasificar, en función del reconocimiento social, qué lugar ocupa en el escalafón cada disciplina. Más bien queremos ver qué cosa del orden de la obra de arte produce la danza.
Si reparamos en el producto de cada una como cosa, para el sentido común en un caso hay una cosay en otro un evento. La cosa producida por la plástica será más o menos eterna según la materia con que haya sido hecha, pero no deja dudas de su perdurabilidad, aunque el contacto con esa cosa no es, de ninguna manera, eterno. La danza en tanto evento, es la temporalidad del acto. Es efímera, lo cual no quita que algo del orden de esta cosa como producto pueda tener la misma consistencia, lamisma dignidad que la que deja en su materia la plástica. Teatro y Música comparten la misma escena, cada uno con sus características. El montaje escénico se da cita en un momento y lugar determinados. Acontece con fecha, hora y lugar, es ése su modo máximo de expresión, es cierto que existen amplias posibilidades tecnológicas para registrar de forma prácticamente indeleble dichos suceso (nada másparecido a la eternidad sobre la tierra que la internet, hasta nuevo aviso), pero se pierde eso que Walter Benjamin denomina aura; en el año 1939 frente a la irrupción del cine como un nuevo mecanismo de producción que va a propiciar, entre otras cosas, la pérdida del original, o el poner en cuestión la idea de autor y la declinación del aura del actor, en el capítulo IX de su ensayo “La obra dearte en la era de su reproducción técnica”, se refiere a este concepto:
“el estado de los hechos podría caracterizarse de la siguiente manera: por primera vez, y esto por obra del cine, el ser humano está en condiciones de actuar en el mundo de cuerpo entero y con toda su persona, aunque renunciando a su aura. Es que el aura está ligada al hic et nunc. No hay reproducción del aura. El aura querodea a Macbeth sobre el escenario no puede ser separada del aura que rodea para el público viviente al verdadero actor que lo interpreta. Lo peculiar del rodaje en el estudio cinematográfico es que pone la maquinaria en el lugar del público. Es así como desaparece el aura que rodea al actor que representa un papel, y al mismo tiempo, el aura de lo representado”[1].
Benjamin está muy lejos depropiciar una crítica al avance tecnológico, sin embargo el concepto de aura no es menor en su obra, de hecho es el pivote que tiñe de cierta ambigüedad todo su análisis materialista, hay una concordancia directa con pilares de la obra de Marx, así los conceptos de Valor de uso y valor de Cambio introducidos en “El Capital “ en relación a la mercancía, serán para Benjamín en relación a la obra de...
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