La crítica y el público en Cuba: repensar la danza

LA CRÍTICA Y EL PÚBLICO EN CUBA: REPENSAR LA DANZA
Por Mercedes Borges Bartutis
Los críticos de danza en Cuba son una especie en extinción. Muchos abandonaron el país hace tiempo y de los que se mantienen viviendo en el país, muy pocos ejercen la crítica, si entendemos por crítica ese ejercicio de análisis, valoraciones y seguimiento sobre el hecho escénico. Tampoco hay muchos críticos queestén en la búsqueda de procesos de creación, y que mantengan un diálogo con los coreógrafos, impacientes por saber de sus obsesiones, o de las ideas que aspiran llevar al escenario.
Por otro lado, los creadores cubanos siguen concibiendo sus obras a puerta cerrada, les cuesta abrir su work in progress como en otros tiempos solía suceder. Hoy, muchos creadores en el mundo, invitan al público, a losperiodistas, a sus procesos de creación, incluso sobresalen aquellos que cuelgan los procesos en sus blogs y reciben opiniones de todo tipo, que pueden o no influir en sus decisiones finales.
Si miramos en la historia de la danza en Cuba, encontramos varios nombres, que más que crítica, hacían reseñas de los espectáculos, crónicas, entrevistas, etc. Gracias a esos entusiastas tenemos constanciade la presencia en Cuba de artistas como Fanny Esllser, Ana Pávlova, la compañía del Coronel de Basil, o la aparición de los bailarines de la Ted Shawn Company. El estudio de esa zona en la prensa cubana y la recopilación de los textos más significativos de toda una época, que demuestre la presencia en la Isla, de nombres importantes de la danza a nivel internacional, sigue siendo una deudahistórica.
La premura de preparar estas ideas puede traicionarme, pero en mi opinión, el trabajo más intencionado hacia la crítica de danza en Cuba, comienza con Lunes de Revolución, ese suplemento cultural que reunió en sus páginas a un selecto grupo de intelectuales, que hicieron del cuestionamiento y la polémica, el sello que distinguió sus páginas.
Lunes… se publicó durante dos años y medio, desdeel 23 de marzo de 1959 hasta el 6 de noviembre de 1961… Aquí encontramos la firma de un Guillermo Cabrera Infante, que fue uno de los habituales con comentarios críticos de danza.
También en la revista Bohemia aparecen textos, que tenían un peso más reporteril, pero que igual tienen una permanencia y emiten juicios, firmados por Nati González Freire, los cuales llevan un análisis aparte.
Sinembargo, el seguimiento de textos críticos me lleva fundamentalmente al periódico Juventud Rebelde, donde a partir de los 70 aparecen textos con un mayor contenido de análisis de Alejandro G. Alonso, una de las firmas más constantes en las páginas de este diario.
No puedo decir que Alejandro fuera el crítico más interesante, tuvo desaciertos al juzgar algunas obras, y esto es algo que intentaréconfirmar en mis pesquisas, pero está claro que mantuvo un espacio de opinión tanto de espectáculos de la entonces Danza Nacional de Cuba, como del Ballet Nacional… Graduado Historia del Arte en la Universidad de La Habana, en 1969, Alejandro G. Alonso era una firma que mantuvo un espacio, su permanencia y seguimiento a la cartelera de espectáculos de danza, aporta la confianza para seguir su obra.En esas propias páginas de Juventud Rebelde como firmas permanentes se encuentra también la de Pedro Ángel, sobre todo con comentarios sobre ballet…, que marcan un amplio período. Otras firmas entran y salen de las páginas de este diario…, pero llama la atención una que llega con cada Festival de Ballet de La Habana, y es la del argentino Ángel Fumagalli, hombre de verbo mordaz que publicó ungrupo interesante de textos, con un alto grado de valoración. Fumagalli murió hace unos años en Buenos Aires, en el momento de su muerte era el historiador del Teatro Colón… Tenía un profundo conocimiento de la historia del ballet internacional.
Estos tres nombres que encontramos en el periódico Juventud Rebelde, sin ser plantilla del diario, dejaron de escribir inesperadamente. En el caso de...