La crisis de la lectura

La crisis de la lectura

En los últimos tiempos son muchas las voces que se han levantado para advertir del peligro en el que se encuentra la lectura. Docentes, escritores, intelectuales… no paran de llamar la atención sobre la crisis que está viviendo el mundo contemporáneo respecto a la palabra escrita. Los medios de comunicación, las nuevas vías de la información, los consumos culturalesactuales parecen haberle ganado el terreno a la lectura, a los espacios literarios que en otro tiempo fueron prioritarios.

Sin embargo, habría que matizar estas afirmaciones: ¿a qué se refieren exactamente cuando afirman que no se lee?, ¿los medios de comunicación son el motivo de la falta de lectura?, ¿las nuevas tecnologías de la información tienen algo que ver en esta crisis?, ¿realmentepodemos hablar de crisis?, ¿quiénes son los que no leen y deberían hacerlo?, ¿se produce el mismo hecho en todos lados o es un problema local? Estas y otras preguntas cabría plantearse al abordar un tema que, para nada, es simple.

Aquéllos que levantan su voz para llamar la atención ponen el acento en la necesidad de la lectura para preservar el bagaje cultural alcanzado por un determinado gruposocial. La lectura es anterior a la escritura. En los albores de la historia, el hombre vio la necesidad de poner en signos gráficos lo que eran signos orales, pero ese proceso fue paralelo a una convención grupal que pudiera decodificar los signos creados. Es en ese punto cuando aparece la lectura: lectura de iconos, lectura de secuencias gráficas, lectura de dibujos narradores de leyendas o técnicasde caza… Cualquiera de los medios utilizados para preservar el conocimiento cultural y permitir que las generaciones venideras pudieran acceder a los mismos.

Ateniéndonos a estos conceptos básicos es innegable el valor imprescindible de la lectura para la vida humana. Todas las sociedades en algún momento han necesitado codificar sus conocimientos para transmitirlos. Han necesitado ordenar unconjunto de símbolos, los cuales, no lo olvidemos, están en la misma frontera entre lo que es el pensamiento animal y el humano.

Por tanto, desplacemos un momento el foco de atención y veamos exactamente a qué nos estamos refiriendo. La lectura, como instrumento de conocimiento no está en crisis, más bien al contrario. Actualmente los índices de alfabetización son los más altos de la historia.Esto supone que una inmensa mayoría de personas tiene acceso a la lectura. La publicación de libros actualmente es la más alta de todos los tiempos, por tanto, nunca ha habido tantas posibilidades de leer.

Lo que está en crisis no es la lectura sino una manera de leer. El acercamiento humano a la lectura y al conocimiento no es el mismo. A lo largo de la historia hemos podido comprobar cómo lossoportes y los acercamientos a la letra escrita eran muy diferentes. Desde posturas religiosas que le dan a la escritura el valor de lo sagrado a posiciones utilitarias y cotidianas. En ese abanico de posibilidades la lectura en la actualidad no deja de ser una metáfora del acercamiento del ser humano al conocimiento. Hoy por hoy, a medida que vamos confiando en las posibilidades de la razón y dela ciencia para lograr la construcción de sociedades más desarrolladas, vamos desconfiando en las posibilidades de subsistencia de esos mismos procesos racionales y técnicos. Todos nos admiramos de la capacidad de la ciencia actual para decodificar el genoma humano, por ejemplo, pero tenemos muy presente también que, antes de que hayamos comprendido el valor de ese descubrimiento, ya nos habremossorprendido por la superación del mismo. El proceso vital del saber se ha acelerado hasta el punto de nacer, crecer, desarrollarse en otros conocimientos y morir en cuestión de días, superado por otro descubrimiento. En un mundo así ¿qué valor podemos darle al soporte que se utiliza para la transmisión de un conocimiento volátil?

“El medio es el mensaje”. De nuevo esta afirmación de Marshall...