la crisis de la tierra
1. La sierra y el saqueo neo-colonial: La impresionante cordillera queatraviesa Chihuahua, conocida como la Sierra Tarahumara, alberga algo más que pueblos y comunidades campesinas e indígenas (Raramuris, Pimas y Tepehuanes); en su seno, existen toneladas y toneladas de metales valiosos para el capitalismo, el oro y la plata, principalmente. Estas riquezas han atraído, desde hace siglos, la codicia de oligarcas nacionales y extranjeros. Sin embargo, en la actualidad, elsaqueo de las multinacionales mineras (principalmente canadienses) ha cobrado proporciones mortales: 2.7 millones de hectáreas han sido concesionadas a 109 proyectos mineros, lo que equivale al once por ciento (11%) del territorio de Chihuahua y al 10.7 por ciento del total de las concesiones en el país. Ocasionando una destrucción masiva de la sierra, las minas a cielo abierto, que envenenan losríos, acuíferos y manantiales, que talan cientos de miles de árboles y que despojan de su tierra a comunidades y campesinos, también generan obscenas ganancias: Del 2002 al 2010, las ganancias aumentaron de 207 millones de dólares a a 3 mil 133 en 2010 (Diario de Chihuahua, 26 de julio de 2011).
Otra de las lucrativas actividades de la oligarquía ha sido históricamente la tala indiscriminada deárboles. Hace medio siglo, los talabosques, encabezados por los hombres más ricos de Chihuahua, sostenían su negocio gracias a cuerpos de para-militares que asolaron la región. Hoy la situación no ha cambiado mucho, salvo por que gracias a la lucha que levantaron los profesores, normalistas, estudiantes y campesinos en la década de los sesentas y que culminó con la formación de la primer guerrillamoderna (El Grupo Popular Guerrillero de la Sierra) y el fallido asalto al cuartel Madera, distintos latifundios madereros fueron convertidos en ejidos para los campesinos.
Sin embargo, el negocio más jugoso de la oligarquía es la producción de yerbas ilegales; la mariguana y la amapola, cuyo cultivo se ha extendido dramáticamente, demostrando lo falso que resulta el discurso de la “guerra contralas drogas”: durante el sexenio, la erradicación de estos cultivos se ha reducido en un 44 por ciento, mientras que para el 2009, se calcula que la superficie cultivada había incrementado hasta en un 200 por ciento (notas de Gustavo Castillo en La Jornada, 15 de febrero de 2009 y 12 de septiembre de 2010). Debido a esta situación, la violencia para-militar de los distintos cárteles de lanarco-oligarquía azota a los poblados y comunidades, que al mismo tiempo se ven criminalizados por las fuerzas del estado.
Es así que este saqueo neo-colonial de las riquezas de nuestra sierra, se basa en el despojo, en la destrucción de la naturaleza, en la violencia política y en la sobre-explotación de la población serrana que vive en una miseria profunda y agobiante, donde incluso persisten...
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