La Crisis Del Estado Populista. Argentina 1976 – 1990. De Horacio Tarcus.
Argentina 1976 – 1990.
De Horacio Tarcus.
La hipótesis central consiste en que la sociedad y el estado populista constituyeron una salida eficaz a la crisis de la sociedad oligárquico-liberal, pero en los años 70 se mostraban cada vez más incapaces de asegurar las condiciones esenciales de acumulación de acumulación y hegemonía. La actual ofensiva liberalcontra el estado, en verdad no arremete contra el estado en general, sino contra una forma histórica particular de este: el populista.
Introducción
Los golpes militares que se sucedieron en América Latina a lo largo de los años 60 y 70 vinieron a interrumpir violentamente las últimas experiencias de los gobiernos populistas en el continente. Después de largos años de congelamiento político, lascrisis de las dictaduras militares desde fines de los 70 y primeros 80 permitieron el retorno de los partidos y movimientos populistas, con las clásicas banderas de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica, a la arena política.
Sin muestras de la radicalización del discurso y las prácticas populistas alcanzadas en los 60, con la moderación que aconsejaban laslecciones de una democracia todavía frágil, los partidos populistas parecían llamados a revertir los procesos de desindustrialización, apertura indiscriminada de nuestras economías, distribución regresiva del ingreso, especulación financiera desenfrenada. Los partidos populistas, o alianzas políticas más amplias en los cuales los viejos partidos populistas eran hegemónicos, accedieron efectivamente algobierno.
Estos nuevos gobiernos, sin embargo, profundizaron las políticas de ajuste de las economías latinoamericanas, avanzaron en la estrategia de desestructuración de los estados populistas y pusieron todo su consenso al servicio de disciplinar a la mano de obra rebelde con vistas a la modernización capitalista.
A diferencia de las experiencias militares anteriores sufridas en el país, ladel proceso logró implementar profundas transformaciones en la totalidad de la estructura económica, social y política del país, en la relación entre el estado y la sociedad en los vínculos entre la clase dominante y el estado. El poder, como quiere Foucault, nunca es sólo represivo, es también productivo. El decurso de los años 80 permitió comprender mejor que detrás de la aparente irracionalidaddel terror había una lógica muy racional de poder, que el corte de 1976 era irreversible, que estábamos instalados en un proceso sin retorno.
La hipótesis central consiste en que la sociedad y el estado populista que comenzaron a configurarse en los 30, conocieron su última forma bajo Perón – Gelbard en 1973 – 74. Incapaces cada vez más de garantizar las condiciones esenciales de acumulación delcapital y hegemonía política, desembocaron en una crisis política: 1975 – 76. Esta crisis comienza a resolverse desde 1976 en adelante, en las condiciones excepcionalmente favorables que ofrece la crisis capitalista mundial desatada en 1973-74, en que comienza a configurarse una nueva totalidad social (y una nueva de forma de dominación estatal) a medida que se va desarticulando la anterior.Este proceso conoce hasta hoy tres momentos: la dictadura militar, la gestión del presidente Raúl Alfonsín y la gestión en curso de Menem. Por debajo de sus sustanciales diferencias políticas, hay que descubrir una continuidad, tras el corte de 1976.
Algunos lineamientos teóricos
La relación entre una teoría general del estado y la política, por un lado, y una investigación histórica sobre unarealidad latinoamericana, no es de aplicación. Partimos de concebir al capitalismo mundial como una totalidad y a la sociedad argentina, su modalidad de capitalismo, de estructura de clases, de estado, como una forma particular a través de la cuál se concreta el desarrollo capitalista, como uno de los momentos de la reproducción global del capital en su conjunto. Seis núcleos teóricos: el...
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