La crisis del mundo moderno
(René Guénon)
LA CRISIS DEL MUNDO
MODERNO
1
Indice
Prólogo
Capítulo
Primero: LA EDAD SOMBRÍA
Capítulo Segundo: LA OPOSICIÓN DE ORIENTE Y OCCIDENTE
Capítulo
Tercero: CONOCIMIENTO Y ACCIÓN
Capítulo
Cuarto: CIENCIA SAGRADA Y CIENCIA PROFANA
Capítulo
Quinto:
EL INDIVIDUALISMO
Capítulo
Sexto:
EL CAOS SOCIAL
Capítulo Séptimo:
UNACIVILIZACIÓN MATERIAL
Capítulo
Octavo:
LA INVASIÓN OCCIDENTAL
Capítulo
Noveno:
ALGUNAS CONCLUSIONES
LA CRISE DU MONDE MODERNE, Bossard, París, 1927. Gallimard, París, 1946 (con algunas
variaciones), 1956, 1968, 1994, 1995.
Traducción italiana: La Crisi del Mondo moderno, Hoepli, Milán, 1937. Ed. dell'Ascia, Roma,
1953 (Trad. de Julius Evola, con introducción y notas).Edición autorizada: Edizioni
Mediterranee, Roma, 1972, 1981. Arktos, Carmagnola, (trad. de Calogero Cammarata), 1991.
Traducción española: La Crisis del Mundo moderno, Huemul, Buenos Aires, 1966. Obelisco,
Barcelona, (trad. de M. García), 1982, 1988 (116 pp.). Paidós, Barcelona, 2001 (trad. de A.
López y M. Tabuyo).
Trad. inglesa: The Crise of the modern World, Londres, 1942, 1962, 1965, 1976.Indica Books,
Benares, 1999.
Trad. húngara: A modern világ válsága, Szigeti, Budapest, 1995 (trad. de Baranyi Tibor Imre).
Antes de la edición del libro, algunos capítulos se publicaron en las revistas Õshagyomány y
Hunnia.
Traducción portuguesa: A Crise do Mundo moderno, Livraria Martins, Sao Paulo, 1948
(traducción y apéndice de Fernando Guedes Galvao). Vega, Col. Janus, Lisboa, 1990.Traducción alemana: Die Krisis der Neuzeit, Cologne, 1950, 1963 (traducción de Martin Otto).
Traducción rumana en Editura Humanitas, Bucarest.
Marco Pallis publicó en lengua tibetana una traducción-adaptación de La Crise du Monde
moderne y de Le Règne de la Quantité et les Signes des Temps bajo el título El Kali-Yuga y
sus peligros.
2
3
PREFACIO
Cuando hace algunos años escribimosOriente y Occidente (*), pensábamos haber
dado, sobre las cuestiones que constituían el objeto de ese libro, todas las indicaciones útiles,
para el momento al menos. Desde entonces, los acontecimientos han ido precipitándose con
una velocidad siempre creciente, y, sin hacernos cambiar, por lo demás, una sola palabra de lo
que decíamos por entonces, hacen oportunas algunas precisionescomplementarias y nos
llevan a desarrollar puntos de vista sobre los cuales no habíamos creído necesario insistir
primero. Estas precisiones se imponen tanto más cuanto que hemos visto afirmarse de nuevo,
en estos últimos tiempos, y bajo una forma bastante agresiva, algunas de las confusiones que
ya nos habíamos dedicado a disipar precisamente; aunque absteniéndonos cuidadosamente
de mezclarnos en ningunapolémica, hemos juzgado bueno volver a poner las cosas en su
punto una vez más. En este orden, hay consideraciones, incluso elementales, que parecen tan
extrañas a la inmensa mayoría de nuestros contemporáneos, que, para hacérselas
comprender, es menester no dejar de volver de nuevo a ellas en muchas ocasiones,
presentándolas bajo sus diferentes aspectos, y explicando más completamente, amedida que
las circunstancias lo permiten, lo que puede dar lugar a dificultades que no era siempre posible
prever desde el primer momento.
El título mismo del presente volumen requiere algunas explicaciones que debemos
proporcionar ante todo, a fin de que se sepa bien cómo lo entendemos y de que no haya a este
respecto ningún equívoco. Que se pueda hablar de una crisis del mundo moderno, tomandoesta palabra de «crisis» en su acepción más ordinaria, es una cosa que muchos ya no ponen
en duda, y, a este respecto al menos, se ha producido un cambio bastante sensible: bajo la
acción misma de los acontecimientos, algunas ilusiones comienzan a disiparse, y, por nuestra
parte, no podemos más que felicitarnos por ello, ya que hay ahí, a pesar de todo, hay un
síntoma bastante favorable,...
Regístrate para leer el documento completo.