La crisis economica
Esta es una publicación del 13 de septiembre de 2008.
El trágico panorama de estos días es radicalmente diferente a la efervescencia que vivía hace poco más de medio año el banco de inversión más antiguo de los Estados Unidos. Efervescencia como culpen de un crecimiento imbatible que ha caracterizado a la entidad a lo largo de sus 164 añosde existencia.
Hasta hace poco más de un mes, Lehman era la cuarta financiera más grande de Wall Street por valor de mercado. Ha sobrevivido a todas las crisis económicas de los siglos XIX, XX y XXI, y ha sabido aprovechar los profundos cambios que ha experimentado la economía norteamericana durante todo este tiempo para impulsar con éxito su negocio financiero.
En el 2007 y por cuarto añoconsecutivo, la “Financiera más Admirada” según la revista Fortune, registró niveles récord en su beneficio neto por acción; en el 2006, ocupó el primer puesto en el ranking anual de Barron’s 500 (que mide el rendimiento de las corporaciones más importantes de Estados Unidos y Canadá); y en el 2005, Standard & Poor’s, la agencia de calificación de riesgo, subió el rating de la deuda de Lehman alargo plazo de A a A+, citando la efectiva diversificación de sus ganancias y la buena gestión del riesgo.
Pero la euforia ha sido la principal enemiga de la previsión. Mientras otros bancos se anticipaban al tsunami financiero que estalló en el verano del 2007, Lehman seguía disfrutando de la abundancia acumulada en el transcurso de casi dos siglos de victoria. Tras el esplendor, sin embargo, losactivos basura se multiplicaban como un cáncer. Lo acontecido esta semana ha sido la crónica de casi una muerte anunciada.
Este fin de semana será crucial para la salvación o la quiebra de Lehman. La Reserva Federal y el Tesoro de EEUU comenzaron el jueves a buscar a contrarreloj un comprador para el banco ante el derrumbe de su cotización en bolsa. Los nombres que más suenan son los de Bank ofAmerica y Barclays, pero parece que está costando bastante más encontrar a alguien dispuesto a ‘comerse el marrón’ que en el caso de Bear Stearns, comprado por JP Morgan con la mediación de la Fed en marzo
Lehman Brothers, que estaba en el ojo del huracán desde hace semanas se hundió un 45% el miércoles tras anunciar el fracaso de las conversaciones para dar entrada en su capital a la entidadcoreana KDB, que era la gran esperanza de salvación del banco.
El derrumbe se interrumpió el miércoles pasado pese a anunciar unas escalofriantes pérdidas trimestrales de 3.900 millones de dólares. Sin embargo, el mercado acogió inicialmente con optimismo el anuncio de una batería de medidas para enderezar su rumbo: recorte del dividendo por un importe de 450 millones, la venta masiva de activostóxicos inmobiliarios y la de algunas unidades como la gestora Neuberger Berman, que cuenta con el 70% de los 280.000 millones de dólares de patrimonio gestionado del banco.
Pero la alegría duraba poco. El jueves volvía a desplomarse más del 40% después de que Moody’s anunciaba que rebajaría su rating si no encontraba un socio financiero más fuerte. Además, Merrill Lynch echaba más leña al fuegodiciendo que Lehman podía venderse por el precio de una acción. La situación estaba fuera de control, lo que obligaba a las autoridades a tomar cartas en el asunto para buscar un comprador. Y en ésas estamos.
El problema es la elevada exposición inmobiliaria del banco, sobre todo en el sector comercial -32.600 millones de dólares- y menos en el residencial -17.200 millones-. Casi toda esta exposiciónson créditos y activos (edificios, participación en centros comerciales, etc.), no derivados de crédito, ni titulizaciones, ni CDOs. Aunque la mayor parte de esos créditos no son morosos, Lehman tiene que valorarlos al precio de mercado (el famoso mark to market) y en muchos casos el tipo de interés al que se concedieron esos préstamos es inferior al coste de financiación actual del banco. En el...
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