La crisis perfecta
La crisis que vivimos es extrema o perfecta porque resultó de la confluencia de varios
sistemas tormentosos que potenciaron sus efectos sobre la economía global. La crisis
como tal tiene dos causas últimas: primero, el desmonte y falta de regulación
financiera, en especial para el sistema en la sombra de los bancos de inversión, que
incentivó una excesiva toma de riesgos porparte de los participantes del sistema;
segundo, una emisión del dólar nunca antes vista en la historia monetaria de ese país
que alimentó un enorme aumento del crédito otorgado minimizando los riesgos. Así
se entregó dinero en enormes cantidades al sistema que financió el consumo yla
inversión de los norteamericanos, muy por encima de su capacidad de pago bajo
condiciones normales. El consumonorteamericano, así apalancado, dio lugar a su
déficit en cuenta corriente de 6% del PIB y a los consecuentes superávit de China y
Japón que fueron reciclados como préstamos baratos para financiar también el déficit
fiscal norteamericano (entre 3 y 4% del PIB).
La globalización avanzó sustancialmente en las dos últimas décadas en los flujos
comerciales y de capital. El colapso de la UniónSoviética en 1989, las reformas
capitalistas en China que venían desde 1978 y los cambios en el capitalismo
burocrático en la India a mitad de los ochenta, multiplicaron todos los flujos de
comercio y de capital, prestándole nuevo vigor a la acumulación de capital a nivel
mundial. Los aumentos de producto de México, de la China, de la India y de Vietnam,
catalizados por la demanda norteamericana yla exportación de los puestos de trabajo
hacia ellos, que impactó sobre todo en el norte de Estados Unidos que se
desindustrializó bastante, dio lugar a una mayor inestabilidad política y a la creciente
protesta de sindicatos y de poblaciones afectadas por el cambio.
Los efectos de la globalización fueron muy importantes. Según Alan Greenspan el
capitalismo europeo pudo contar con cientos demiles de trabajadores capacitados de
los países satélites la ex Unión Soviética. Al interior de Estados Unidos, la renovada
competencia de un nuevo proletariado de unas 1.000 millones de trabajadores de Asia
y México desbastó los salarios industriales de los trabajadores norteamericanos que
debieron afectar el consumo obrero. En efecto, se estaba dando una redistribución del
ingreso a favorde las ganancias, agudizado además por descargas de impuestos a los
más ricos; sin embargo, el crecimiento del crédito apalancó un consumo muy grande
de viviendas y de bienes de todas las clases sociales de los Estados Unidos que probó
ser insostenible en el tiempo. Un crítico marxista, Gerard Holtman, aduce que la
globalización indujo una redistribución de la renta a favor del capital, alliberar vastas
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poblaciones de bajos salarios y debilitar el poder de negociación de los sindicatos en
los países ricos. Se generaron así las condiciones de una crisis de subconsumo o
sobreproducción, aplazada por el apalancamiento del crédito, hasta que las burbujas
crediticias estallaron (citado en Skidelsky, 2009). Para Paul Krugman, el sector
financiero pasaba de ocupar el 5% del PIB en1980 a 8% en 2006, con unas primas y
comisiones enormes en negocios que perjudicaron finalmente a sus clientes
(Krugman, 2008), explicando en más detalle el cambio en la distribución de la renta
nacional.
Mientras la política de aflojar la regulación fue promovida por el conservadurismo
que llevaba más de treinta años de hegemonía política en Inglaterra y Estados Unidos,
las políticasmonetarias ultra-laxas surgieron de un práctico de Wall Street, Alan
Greenspan, quien alcanzó a ejercer en la presidencia de la Reserva Federal por 18
años. Milton Friedman, el padre de la ortodoxia monetaria, abrazó entusiasta el
libertinaje de los mercados pero criticó duramente que se abandonara el control de los
agregados monetarios para frenar la inflación, aunque no se hubiera producido alzas...
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