La crítica literaria actual en cuba. espacios y aperturas.

La crítica literaria actual en Cuba. Espacios y aperturas.

Por: Juventina Soler Palomino.

Cuando llevados por algún resorte invisible decidimos meternos en el terreno de la crítica, nos arriesgamos a que nos tilden de excepcionales- por nuestras opiniones casi siempre fluctuantes y paternalistas- o que francamente se habra un fuego que nos coloque en el blanco de ciertos criterios paraarrastrarnos a terreno de nadie. Esta introducción puede ser, hasta cierto punto, un poco tajante, pero ese “más –menos” ha sido el terreno de la crítica en Cuba. Cuando digo “crítica” me refiero a toda ella, o sea, la que aborda el terreno más amplio de la vida; pero si entramos en la crítica literaria, por supuesto, que tienen que aparecer las diferencias. En este sentido también cada cual quieresalvar su parcelita. El propio devenir de nuestra sociedad hace que tengamos un espectro con ciertas limitaciones, para mirar los fenómenos y valorarlos; la literatura no está de espaldas al asunto y sigue varios caminos que, en ocasiones, no conducen a Roma. Son incontables las ocasiones en que nos brindan la oportunidad y no evaluamos en su justo medio a nuestra literatura teniendo en cuentalos aspectos que la rigen, aquí se puede decir que hemos cargado la mano para el sitio donde la complacencia y el autobombo han oscurecido el destino hacia la oscura vía o las disímiles zonas inexploradas que se han ido sumando en el tiempo y tras los tiempos.El sentido para recorrer estos caminos lo ha caracterizado Desiderio Navarro en su texto “Las causas de las cosas”:
Así se condenantajantemente las intervenciones críticas porque se concentran en revelar lo negativo y no presentan del todo o en su magnitud real (por su proporción estadística o su significación social) lo positivo que existe en la sociedad al lado de lo negativo criticado. Sin embargo las mayorías de intervenciones no críticas, o incluso absolutamente apologéticas, no son anatematizadas en modo alguno porconcentrarse en lo positivo y no mostrar del todo o en su magnitud real lo negativo que sobrevive o surge en la sociedad al lado de lo positivo ensalzado.

El ejercicio de la crítica requiere de una claridad y desprejuicios que permitan la generalización de un objeto cultural- hasta donde nos sea posible- y desde una perspectiva asumida con el sentido real de las cosas. No podemos buscar en esteejercicio replanteos que se sobrevaloren y giren a favor de una zona en detrimento de otra, sin elementos que nos convenzan a ojos vista. La crítica es una forma insustituible de hacer llegar los elementos que se nos pueden perder en los límites de nuestra percepción y nunca será “la forma” de crear conciliábulos y maestros que se impongan de una vez y para siempre en los hechos literarios. Y no es quefalte el reconocimiento a los que legan su magisterio a través de las letras, me refiero a los métodos que se usan para sugerir-en el mejor de los casos- o instituirlos. Cada creador-con su óptica personal- y los receptores de esa obra producida por el creador deben, ambas partes, reconocer a sus guías, establecer comparaciones, generalizar criterios, a través de las ideas que se sugieran con eldesmonte de las obras y el impacto de estas, aquí es donde la crítica tiene que jugar su papel.
Hoy se habla de los espacios y aperturas de la crítica, por tanto, en el campo literario se supone que haya espacios y aperturas para el reconocimiento de esta. Analizar a tantos años de revolución este mecanismo resulta contraproducente, aquí en estas tierras donde ya están cementadas lasgeneraciones, las figuras y los grupos literarios. Aquí donde ir en contra de las opiniones establecidas en el campo literario por esos “maestros”-coincidas o no- es un camino seguro para servir de diana y aguardar el tiro al blanco. Espacios y aperturas donde el cúmulo de publicaciones de impacto nacional es escaso y muchas veces inaccesibles. Espacios y aperturas en un terreno sobrevalorado por...