La cuestión de la autoría y la figura del lector


La cuestión de la autoría y la figura del lector
















Clara María González García
Enunciado B
La noción de autor y su cuestionamiento

Ciertos movimientos culturales, comenzando por las vanguardias,1 empezaron a cuestionarse la autoría de las obras de arte desde el punto de vista de la pertenencia. Surgen como reacción al positivismo, el cual tenía su origen enla sociedad capitalista y que hacía de las obras de arte mercancía de consumo. El positivismo concedía la máxima importancia a la persona del autor, primando el prestigio de este por encima de la obra misma.
Son autores como Barthes o Foucault, entre otros, quienes comienzan a plantearse la figura del autor en relación con la obra de arte.
Pero, ¿de dónde surge esta cuestión? Tal vez lanecesidad de vivir durante más tiempo se vea realizada a través de la literatura y sea mediante las obras como el escritor alcance la inmortalidad. Mientras que en otras épocas eran los héroes de las historias los que sobrevivían a lo largo del tiempo, son ahora los autores quienes lo hacen.
Diferentes períodos históricos se han caracterizado por valorar o despreciar la figura del autor aunque, comoseñala Foucault,2 en nuestra civilización no todos los discursos han requerido de igual modo de un autor; aquellos textos considerados literarios solían ser anónimos, sin embargo, los textos científicos, durante la Edad Media, sí requerían estar firmados por su autor para poseer validez aunque, posteriormente, estos se comenzaron a aceptar por sí mismos y fueron los textos literarios los queprecisaron de autor concreto y de este dependía el valor dado al texto. También resulta importante el período del Renacimiento, cuando la figura del autor adquiere prestigio y el «genio creador» prevalece; esta marcada importancia de la figura del autor se debe al humanismo imperante en la época, que valoraba al hombre por encima de todas las cosas.
Los textos que requieren de la función autor son elresultado de una apropiación, que se da a partir de la necesidad de identificar al autor de un texto, por sus posibles repercusiones legales, cuando la figura del autor comienza a ser relevante. Foucault sitúa este período de apropiación de la obra entre los siglos XVIII-XIX, tiene lugar debido a la susceptibilidad del autor de ser castigado penalmente por las posibles repercusiones de su obra y esentonces cuando surgen el derecho de autor y la propiedad intelectual. El autor se convierte entonces en símbolo de distinción, de clasificación.
«[El autor] no se forma espontáneamente como la atribución de un discurso a un individuo» como indica Foucault3 sino que esta atribución se realiza con base en el tratamiento de los textos, los rasgos pertinentes, las continuidades, etc. y todo ellodependerá de la época y del tipo de discurso. Este tipo de atribución no difiere mucho de la que realiza la crítica hoy en día.
El análisis de Foucault se centra en lo que él denomina la función-autor, es decir, en la relación existente entre el texto y el autor. Parte de la idea de que no todos los textos están provistos de esta función-autor como las cartas o los contratos e incluso las obras que sítienen esta función dependen del momento histórico; como hemos mencionado anteriormente, durante la Edad Media el anonimato es usual mientras que el concepto de propiedad está ligado al capitalismo, etc.
Y es que Foucault se pregunta si esta relevancia de la figura del autor no deja en segundo lugar a la obra e impide valorarla por lo que realmente es.4 Foucault prefiere tomar al texto comopunto de partida para una continuidad de discursos. Es entonces cuando el autor desaparece para establecer la figura de instaurador del discurso.

Esta crisis de la autoría se da a partir de la reivindicación romántica del genio creador, de la sociedad capitalisma y su individualismo inherente, y se vincula con la «crisis del yo» de la Viena de fin de siglo o con la «muerte de Dios» sentenciada...