LA CUEVA DE ALTAMIRA

LA CUEVA DE ALTAMIRA

Esta historia ocurrió hace muchísimo tiempo, nada menos que en la Prehistoria.
Por aquel entonces, había una niña llamada Gurka que vivía con su familia en una tribu. Duranteel invierno, los miembros de la tribu se cubrían con pieles y se resguardaban en cuevas. Al llegar la primavera, se desplazaban de un sitio a otro buscando comida.
En cierta ocasión, la familia deGurka llegó junto a un río. Era un lugar fértil, lleno de frutos silvestres y donde podrían cazar y pescar. A esta zona se la conocía con el nombre de Altamira. La tribu decidió quedarse allí mientrasdurase el buen tiempo.
Un día, la madre de Gurka estaba moliendo unas semillas.
- Nos vendría bien un poco de miel para hacer una tarta – dijo la madre.
- Yo iré a buscarla – se ofreció Gurka, quesiempre estaba dispuesta a ayudar.
La niña se puso en camino. Llevaba su bolsa de piel y su juguete favorito, un hueso muy especial que le había regalado su padre. Era un hueso alargado y hueco, conalgunos pequeños agujeros. Ella decía que era mágico, porque si soplaba a través de él podía hacer música. También le servía de cerbatana para disparar pequeñas piedrecitas.
Gurka sabía que podíaencontrar miel en el bosque porque había visto que las abejas hacían sus panales en los troncos huecos de los árboles.
Acababa de llegar al bosque cuando oyó un gruñido. No tardó en descubrir que unos lobosestaban atacando a un osito al que seguramente habían sorprendido comiendo miel.
- ¡Largo, dejadle en paz! – gritó la niña. – ¡Ahora veréis!
Gurka sacó su hueso mágico y comenzó a disparar piedrashasta que consiguió que los lobos salieran huyendo.
El pequeño oso estaba herido. Miró a la niña, le dio las gracias y, con su ayuda, se fue arrastrando hasta su gruta.
- No te preocupes – le dijo Gurkacuando llegaron al refugio del oso-. Pediré ayuda y volveré para curarte.
Gurka, su madre y otros miembros de la tribu regresaron a la cueva y curaron al oso con un ungüento de hierbas.
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