La cultura del control
“LA CULTURA DEL CONTROL”
David Garland
Empezare por decir que este libro, trata sobre los cambios que ha tenido la justicia penal y su correlación con las principales transformaciones socioeconómicas.
El autor hace un análisis en la denominada Modernidad tardía, correspondiente al último cuarto del Siglo XX. Período en el que se suscitan fenómenos como el declive del, por él denominado,welfarismo penal, es decir, el modelo de justicia penal del Estado de Bienestar, ideológicamente asentado en la noción de la desviación como un producto social, tratable o manejable por esa vía y fuertemente orientado hacia un modelo correccionalista de tratamiento penitenciario con fuerte influencia de tendencias positivistas, contexto en el que además, se asumía con naturalidad y fe que losproblemas relacionados con el delito eran perfectamente manejables desde las instituciones de justicia penal.
Y por otro lado, se da la asunción del modelo de justicia penal tardo moderno, fuertemente inspirado en las críticas neoliberales al modelo welfarista en general, como un sistema intromisivo en la vida de las personas, que no actúa según la lógica del mercado.
Este modelo de justicia penaltardomoderna incorpora dentro de sus principios el racionalismo económico y moral, por el cual, los problemas de criminalidad y violencia en las sociedades son el producto de decisiones individuales, basadas en la idea de costo-beneficio y moralmente condicionadas, en consecuencia, una visión en la cual, la visión “rehabilitadora” o correccionalista, no tiene cabida, pues se trata de seres“racionales” por un lado, o por otro, el más dominante en la actualidad: el otro antológicamente malo y peligroso, irrecuperable, condenado al control permanente de la sociedad. Concepciones que en gran medida han favorecido, como en el caso de Estados Unidos, el encarcelamiento masivo y el impresionante desarrollo del sector penitenciario, tanto público como privado.
La pregunta crucial de Garland es¿Cómo el modelo del welfarismo penal muy bien instalado durante décadas pudo sino caer, declinar estrepitosamente ante el modelo actual de justicia penal tardomoderna? Es aquí donde las explicaciones sobre las grandes trasformaciones sociales, principalmente en las décadas de los 60 y 70 (cambios en el mercado, el consumo, mayor educación de la población, transformaciones en la familia, pérdida de loscontroles sociales tradicionales), influyeron en la transformación de las sensibilidades sociales y en el curso de la acción política.
Resulta destacable que uno de los ejes de la transformación del modelo del welfarismo penal haya estado en la academia y en movimientos sociales como los de la defensa de los derechos de los presos y los incipientes movimientos por los derechos de las víctimas,las consecuencias de sus reclamos fueron mucho más allá de lo que estos movimientos o sectores alguna vez previeron o desearon. Por ejemplo, tanto la academia, abrazada a ideas liberales puras, como el movimiento de los derechos de los presos que criticaba la intromisión excesiva del sistema correccionalista en sus vidas así como la falta de igualdad en la aplicación del modelo, sirvieron deplataforma, no prevista, de acciones políticas por eliminar la individualización de la pena y establecer encarcelamientos fijos. Por su parte, algunos estudios académicos empezaron a cuestionar y dudar de los efectos rehabilitadotes del sistema penal, los que tuvieron el mismo efecto perverso no deseado: favorecer el ideal retributivo en detrimento de la visión rehabilitadora.
En el contexto general,Garland argumenta que el proceso de transformación social y económica de la modernidad tardía y las nuevas relaciones sociales, económicas y culturales que de estos se derivaban traían aparejados nuevos problemas de control, de delito a los que se tuvo que adaptar (más desigualdad, racismo marcado, recorte del gasto social, descontrol del mercado). Si bien, una de las críticas al sistema del...
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