La cultura del tren

La cultura del tren.

















Santiago Marín.
Noviembre 4, 2015.
Universidad Pontificia Bolivariana.
Facultad de Comunicación Social y Periodismo.
Introducción a la Comunicación.




Son lasseis de la tarde, llevo haciendo fila por más de diez minutos. Junto a mí, otras muchas personas pasan por lo mismo. Todos confundidos porque las filas se mezclan, ¿cuál es la de abordaje?, ¿cuál esla de ingreso? Al fin logro cruzar. Bajo y ahora me dicen que debo avanzar entre la multitud porque los vagones vienen llenos. Es imposible, entre tantas personas no se puede, y ninguna colabora,ninguna quiere dejar el puesto que ya reclamó. Creo que hasta aquí llegué, es el final de la plataforma y supongo que este vagón es el mejor. Vaya sorpresa me llevo cuando viene igual de lleno.
Laspuertas se abren y empieza lo divertido. Siento la presión de cientos de personas a mi espalda intentando entrar, la gente no parece entender que no caben más. Aun así siguen empujando, el tren no se vahasta que todo el mundo esté dentro. Se cierran las puertas y quedamos todos incluso más comprimidos. El equipaje de las personas no ayuda, ocupan el espacio que todos quisieran para sí. Todos seaferran a sus maletas como si les fueran a ser robadas en cualquier minuto. La verdad no me sorprendería que pasara, no sería la primera vez. Y seguro que tampoco la última. El tren arranca y todos seagarran de donde pueden, incluso de las otras personas. Parece que lo hubieran diseñado para llevar carga y no personas. El calor empieza a aumentar y el poco aire que circula está caliente. Se empieza asentir como uno suda, como los otros sudan…
Las pocas personas que están sentadas se hacen los ciegos. Se nos ha dicho muchas veces que debemos dejar sentar a los viejos, las embarazadas y a losdiscapacitados. Pero aquí donde la ley es la de cada quien, son palabras a oídos sordos. Con mucha dificultad, a medida que avanzamos estaciones, unas pocas personas logran bajarse. Pero son muchísimas...