La cultura escrita
Según el diccionario de la Real Academia Española la Paleografía es el estudio de la escritura y signos de los libros y de los documentos antiguos, pero esto es solamente en su sentido etimológico, dejando ausente la evolución conceptual que la disciplina ha experimentado enlos últimos tres siglos.
Será Don Mabillon con su obra Seis libros sobre la materia diplomática, quien tendrá la posibilidad de realizar un corpus de la crítica erudita a los documentos antiguos, anteriores a la imprenta, dotando a la disciplina de un método empírico que le permitiría reconocer en los documentos antiguos y medievalistas la veracidad de los mismos.
Hay que mencionar que para lossiglos XVII y XVIII, la principal preocupación de los eruditos era reconocer la veracidad de la documental, ya que la base de su trabajo era precisamente las fuentes escritas y cuyo campo era el jurídico, y el correspondiente a la erudición eclesiástica.
A partir de aquí, los historiadores centraran su preocupación en la verificación de los documentos escritos, sumergiéndose en un túnel deltiempo, que según palabras de Gimeno Blay, los transportará al momento remoto que estudian. Pero si bien este túnel les permitirá encontrar un dialogo con el pasado, les posibilitara también recuperar lo acontecido, dejaran de lado la existencia misma de los textos, del propio archivo, es decir de la historia de la cultura escrita y una parte de la memoria.
Así el historiador valiéndose del contactocotidiano con las fuentes escritas, introducirá el concepto de la crítica a sus trabajos de investigación, aunque sin disposición todavía de las herramientas que le aseguren verificar el grado de veracidad o de falsedad de las fuentes. El historiador no podrá ir más allá de lo limites concretos que la información contiene.
Recién entrado el siglo XIX las ciencias auxiliares, se encontrarán biendefinidas y configuradas, permitiéndole utilizar las fuentes con todas las garantías de confiabilidad y fiabilidad. Con el método de investigación positivista empirista, la historiografía ocuparía un lugar único, pero efímero, ya que prontamente quedaría demostrada la necesidad de ingresar en nuevas formas de conocimiento. Recordemos que hasta este momento la centralidad del texto dejaba de ladoa la escritura, la estudiada solo de manera subsidiaria. Esta aparecía como un objeto estático, escindido del verbo escribir, de manera que el texto y el elemento de transmisión, la escritura, eran el objeto central de las ciencias auxiliares tornándose vitales para la investigación.
Además, la centralidad de la ciencias auxiliares se vio impulsada por la aparición de un nuevo sujeto en lahistoria, la Nación, quien para consolidarse precisará conocer los acontecimientos pretéritos para proyectarse en los futuros, No será casual que muchos Estados se dediquen a la búsqueda y estudios de los documentos antiguos, anteriores a la aparición de la imprenta, con la única finalidad de dotar al historiador de un nuevo discurso nacional. Esto favoreció, sin duda, a priorizar el cuidado y laconservación de la memoria del pasado, fundamentado por la nueva visión estatal de traspasar la memoria individual o institucional de los autores, de sus productores, a la memoria colectiva dotando de consistencia al discurso nacional.
Pero la metodología utilizada por las ciencias auxiliares propias del positivismo la condenaría. Ya que al darle prioridad a la escritura y no al verbo escribir seestaría perdiendo la consustancialidad del acto. Además de excluir al público de las mencionadas prácticas como parte integrante de la producción, la utilización y la conservación de los testimonios escritos. Sin dejar de mencionar que con el análisis de los documentos por parte de los eruditos, se dejaba al margen cualquier interpretación ideológica.
Y con estas falencias llegamos a las puertas...
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