La cultura televisiva

RESEÑA: La cultura Televisiva
De John Fiske

En 1987 John Fiske, en su libro Television Culture, establece una nueva perspectiva en los estudios culturales de la comunicación, alejándose de los preceptos de Bourdier y creando una visión de la cultura televisiva que, aún en nuestros días, sigue vigente.
Desde que su libro vio la luz, Fiske nos plantea un estudio de la televisión mediante unexamen de las cuestiones económicas y culturales basado en la teoría y la crítica de la televisión como “texto”.
El artículo a reseñar, en este escrito, forma parte de un libro redactado por el sociólogo Mariano F. Enguita, titulado Sociología de la educación. Donde se recoge, a modo de extractos, artículos de gran importancia en la sociología de un pasado cercano.
En el citado artículo, Fiskeinicia sus planteamientos definiendo el concepto base de su argumento. Relaciona a las clases populares como público de los medios de comunicación, con una forma de poder social, donde la televisión es el portador y constructor de significados y placeres, así como de cultura. Cultura entendida como la generación de esta variedad de significados y placeres en la sociedad. El autor entiende que losprogramas de la industria televisiva son un vehículo de poder-placer. Poder identificado como identidad social en el que subyace una forma de resistencia frente a las fuerzas de dominación. Fiske centra su análisis en los programas más populares y distribuidos a nivel internacional de los ochenta, ya que estos son los de mayor significación en la cultura popular de su tiempo.
A continuación dejaclaro que, aunque las series, telenovelas, noticieros, etc. son producidos, distribuidos y definidos por la industria, los textos son el producto único y exclusivo del público, es decir, que el público, en su calidad de audiencia activa construye el significado de lo que está viendo. El autor establece que el sujeto obtiene, además de los significados dominantes, diferentes grados de placer y esa través de estos placeres que las clases subordinadas crean una fuente de poder con su actitud de resistencia, “excorporándose” fuera del “control de la burguesía”. Las clases populares se convierten en constructoras de significado a la vez que de resistencia grupal, sobre la cual el financiero (clase dominante) pierde el control intentando desprestigiar, impotente, al subordinado con críticas asu bajo nivel cultural. Resulta interesante que algo tan aparentemente insignificante pueda representar una manera de resistencia para cualquier grupo, entendido ya no en términos de “chisme” sino de cultura oral. Es el ejemplo de las películas de Kung Fu, donde Fiske nos revela el concepto de representaciones colectivas entre grupos culturales, siendo una de ellas la tradición oral, de la quehacíamos antes referencia. Fiske afirma, también, que los televidentes sólo producirán significados y encontrarán placer en un programa, si éste les permite desarrollar su cultura oral y, si como mencionamos antes, ésta oralidad es un arma de resistencia, se podría concluir que de una u otra manera el televidente es el que ostenta el poder y no el productor del mensaje.
Frente a la dominación,aparece entonces, una nueva resistencia, la de la homogeneización. Anecdóticamente las nuevas tecnologías como agentes potenciales de diversidad crean un efecto reductor de los productos culturales inversamente proporcional a su mayor alcance. Paradójicamente, a su vez, la homogenización estimula la diversidad de lecturas. Un ejemplo claro es la serie Dallas, rentable financieramente, sencilla ensu argumento y muy asequible a multitud de audiencias, que produce diferentes significados en cada subcultura receptora lectora de medio mundo, provocando un efecto rebote diferente al previsto por la productora, incapaz de abarcar todo el entramado textual de su producción. Por muy estudiados que estén los productos culturales por parte de las industrias, estos son impredecibles en la variedad...