La Cura

La cura.
Aylén Alejandra Ortiz.

El dolor se hallaba en alguna parte. Por un tiempo que pareció muy largo, y lo fue, porque la neblina tormentosa de sus sueños era la única realidad, constituyeronsu mundo. Ignoraba quién era, dónde se encontraba, y sobre todo, con quién estaba. A medida que se le pasaba el tiempo se iba percatando de que había ciclos indoloros en los que sentía ser llevada ala realidad, pero luego esos brazos que trataban de despertarla se veían opacados por la neblina de los malos recuerdos, que giraban y giraban enloquecidos como moscas pertinaces. En ciertas ocasioneslos sonidos se detenían. Otras, se detenía ella.
Su primer recuerdo claro del ahora, era el haber notado súbitamente que estaba atrapada. Se sentía una demente, gritando y gritando en vano, estabaclaramente siendo acorralada por la obscuridad que en su cabeza ella había creado. Si podía soportarlo, hasta cierto punto, pero todo tenía un límite y se alegraría mucho si pudiese retirarse deljuego. Pero su mente parecía ser su contrincante en esta partida, y uno muy fuerte, de esos que aunque pongas hasta el ultimo esfuerzo terminan ganando, sin siquiera sudar.
Entonces surgió una boca unidaa la suya, una boca inequívocamente conocida, devolviéndola a la realidad con un beso que atravesó su garganta e infló sus pulmones. Cuando esos maravillosos labios se retiraron pudo notar lacorriente de realidad que comenzaba a circular por sus venas. Sintió como unos brazos delgados, pero fuertes, presionaban su cintura para sentarla suavemente contra el respaldo de la cama.
Aquellos labiosvolvieron a apretarse sobre los suyos, y esta vez prestó atención a su aroma, en un acto desesperado de recuperación de los sentidos.
Abrió lentamente los ojos para encontrarse con una figura deaspecto preocupado, mirándola fijamente, dudando con sentarse a su lado.
Y en un susurro, de la salvadora que había encontrado la cura para despertarla, surgieron las palabras que le trajeron paz....