La curiosidad
Rebeca Grinberg
Resumen
La curiosidad fue un tema que despertó interés en los primeros años del psicoanálisis, abandonado luego largo tiempo y retomado en los últimos años desde otros ángulos. Es una de las tendencias fundamentales que aparecen en el curso del desarrollo humano. Forma parte de los cimientos del aprendizaje, permite que el individuofuncione como una «entidad pensante» y lo estimula a la búsqueda del conocimiento. Todo conocimiento se origina en experiencias primitivas de carácter emocional. Algunas características inherentes a esa experiencia emocional intervienen en posteriores experiencias de descubrimiento de todo tipo. Cualquiera que sea el punto de vista acerca de su naturaleza, está claro que la curiosidad (o su falta)tiene implicaciones relacionales. Lo «particular» de esas relaciones es lo que les dará especificidad. A lo largo de este trabajo intentaré ver qué calidades de vínculos pueden establecerse entre el sujeto curioso y el objeto de su curiosidad.
¿Qué es lo que queremos conocer? ¿Cómo? ¿Para qué? Según las respuestas que se puedan dar a estos interrogantes se podrán diferenciar las formas en que semanifiesta la curiosidad y sus deformaciones: voyeurismo-exhibicionismo, inhibición, timidez, uso maligno, defensivo, etcétera, y sus significados a lo largo del desarrollo humano. En los primeros tiempos del psicoanálisis, Freud estuvo interesado en la cuestión y habló de un «instinto de saber» vinculado a las preocupaciones sexuales infantiles. Su acción correspondería, por una parte, a unamanera sublimada de apoderamiento y, por la otra, trabaja con la energía de la pulsión «escoptofílica». En la infancia, la curiosidad recae en forma insospechablemente precoz y con gran intensidad en dos enigmas principales: el de las relaciones sexuales y de dónde
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proceden los niños. Freud (1905) decía que conociendo el niño desde el principio de su vida un padre y una madre, acepta suexistencia como una realidad que no necesita investigación alguna ni cuestiona la diferencia entre sus sexos. La curiosidad se despertaría bajo el aguijón de los sentimientos egoístas cuando se ven sorprendidos por la aparición de un nuevo niño, situación experimentada también, como posibilidad, por los hijos únicos o menores, por su observación en otras familias. La previsión de que, en adelante, deberácompartir todo con el recién llegado aguza la sensibilidad y el pensamiento del sujeto. Bajo el estímulo de estos sentimientos y preocupaciones comienza el niño a reflexionar y a preguntarse de dónde viene ese rival a perturbar su vida, de dónde vienen los otros niños, como si en el pensamiento se viese planteada la labor de prevenir la repetición de un suceso tan temido. Esta problemática lellevará a buscar las, para él, oscuras vinculaciones entre el nacimiento de los bebés y las relaciones de sus padres y, finalmente, la preocupación de la humanidad toda sobre los orígenes de la propia vida. Éste es el interrogante insatisfecho más antiguo de la humanidad, oculto sentido de mitos y tradiciones. En las religiones la solución es proyectada en los dioses, delegándoles el trabajo de crearel primer hombre. Pero la curiosidad no sólo cuestiona el origen de la vida, sino que se remonta, según Melanie Klein (1921), al comienzo mismo de la vida. Ella, como Freud, consideró la curiosidad como una pulsión y habló del instinto epistemofílico aunque situando su acción como vigente desde el inicio de la vida y dirigido originariamente hacia el interior del cuerpo de la madre, de donde sedesplazaría el interés al propio cuerpo y al de otros. El bebé intentaría confirmar fantasías arcaicas sobre la existencia de penes y otros bebés dentro de la madre, intentando, además, identificarse con objetos parciales como el pecho o el pene, que son percibidos como fuente inagotable de satisfacción pulsional. En la primera publicación de Melanie Klein (1921), que versaba sobre la observación...
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