La danza de la realidad
Para conocer a una persona hace falta conocer su pasado, y viendo el de Alejandro no es de extrañar que sea capaz tanto de escribir guiones de comics, libros, poemas, hacer películas osanar a la gente mediante actos teatrales. Aquí va un pequeño extracto:
“La educación puramente racional nos prohíbe usar el cuerpo en toda su extensión, dándonos la piel como límite de nuestro ser,haciéndonos creer que es normal vivir en un espacio reducido. Esta educación despoja al sexo de su poder creador, dándonos la ilusión de que vivimos solo un corto tiempo, negando nuestra esencia eterna.Nos inculca el miedo al cambio y nos mantiene en un nivel de conciencia infantil donde veneramos lo seguro tóxico y detestamos la saludable incertidumbre”.
Como única pega lo único que no me ha gustadoes que al final se pasa mucho tiempo escribiendo sobre actos de Psicomagia (que para eso esta ya su libro con ese mismo nombre), pero a favor quiero destacar la calidad del papel (al menos de miedición), parecerá una tontería y puede que lo sea, pero no había visto un libro con un papel tan bueno.
Así que concluyendo, este libro es de obligada lectura a menos que seas uno de esos extrañosespecímenes que no tolera al Jodo (que haberlos, haylos) ya que todo el libro es él en estado puro, un ejercicio de imaginación que ampliará los límites de la mente, el tiempo y el espacio.
Esta entradafue publicada el a las 19 Noviembre 2009 y está archivada bajo las categorías Crítica. Puedes seguir las respuestas de esta entrada a través de sindicación RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o...
Regístrate para leer el documento completo.