La decision
Marta volvió al ordenador y abrió sucorreo electrónico. Tenía algunos mensajes nuevos de un par de amigos, que no decían nada importante, un mail de su compañero de trabajo, pidiéndole unos datos, y un mensaje de publicidad que anunciaba:Visítenos sin cargo.
Con cierto temor de abrirle una puerta a fisgones, hackers y gusanos informáticos miró el mail confiando esta vez en sus sistemas de seguridad virtual.
No había virus, elmensaje era breve y estaba dirigido a ella con su nombre y su apellido, decía simplemente:
ahora y durante un mes usted puede visitar nuestra página en forma gratuita.
www.palabrasalacarta.com
Unpoco intrigada por el hecho de ver sus datos de identidad correctamente escritos y otro poco curiosa por el nombre del sitio, hizo un doble clic con el botón izquierdo del ratón para entrar en el portal.La pantalla parpadeó un momento y luego mostró la página: Un gran espacio blanco con un rectángulo dibujado en el centro, y un cuadrado gris a un costado, con un signo de pregunta en él. Nada más.Olvidada de las reglas de seguridad primarias para Internet pulsó dos veces en el signo de pregunta y vio como se abría una nueva ventana que decía:
Bienvenido/a a
palabrasalacarta.com
Este es unservicio gratuito para usted sin ninguna razón
Si lo desea, durante un mes, puede visitar este portal una vez por día e ingresar en el recuadro de apertura una palabra o un pequeño grupo de...
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