la delfinoterapia
Introducción
En el capítulo primero tratamos sobre tesis generales de la Teoría Política en cuanto que Filosofía y sirve de encuadre de todo el trabajo. En el capítulo segundo tratamos sobre los regímenes políticos, especialmente sobre aquellos que no pueden ser considerados como democráticos.
En el tercero, se toca el problema de latranscendentalidad del conocimiento político, es decir, la temática que abarca la necesidad de llegar a construcciones verdaderas en el territorio de la Política. En el cuarto, se trabaja cono el complejo mundo de las relaciones entre Religión y Política, señalando que algunos de los tópicos en los que estamos obligados a trabajar en estas relaciones no son ciertos. En el capítulo quinto, se critica algunasposiciones teóricas distintas a la nuestra; y, por fin, en el sexto se escribe sobre la posibilidad de futuro de unas democracias, que según nuestra opinión, son perfectibles.
Sobre la Filosofía Política
Las tesis de la democracia consecuente según hemos expuesto en el ensayo que lleva el título arrancan de unos conceptos determinados sobre las Ideas filosóficas y las categorías científicas así comode de las relaciones que deben mantener. En este primer capítulo del ensayo que presentamos tratamos de nuevo sobre estos temas generales.
Desde posiciones positivistas se entiende en ocasiones que la Filosofía es una actividad que produce quimeras sin ninguna relación con la vida real y por ello con la vida política. Pero, por el contrario, las Ideas filosóficas tienen una productividadmáxima de tal manera que puede afirmarse que forman la línea más alta de lo que constituye la Política y el Derecho.
En efecto, el Derecho está regulado por las Ideas filosóficas vigentes en cada época. Así, por ejemplo, puede decirse que nuestra concepción de los Derechos Humanos impregna absolutamente nuestros ordenamientos jurídicos y tiene la virtualidad de producir unas normas y no otras, de talmanera que desde las Constituciones como Leyes de leyes, se produce un proceso descendente en el que se van incardinando las normas en una sucesión de derivación. De esta manera, las normas jurídicas dependen de las Ideas más generales.
Es, por otra parte, claro que no se puede negar la efectividad del Derecho porque su imposición sobre una colectividad tiene la fuerza de la coerción en suaplicación. Pero ello no significa que tenga sustantividad en sí mismo, sino que sustentándolo están las Ideas filosóficas y, por tanto las religiosas, de una época.
En efecto, los ordenamientos jurídicos no son axiológicamente neutros sino que responden a filosofías determinadas, por ejemplo a la hora de determinar cuáles son los fines de ellos o cuáles deben ser las relaciones del Estado con laReligión. Ello hace que sean de una o de otra manera. De este modo, puede decirse que el concepto de soberanía popular o el de Derechos Humanos se sitúan en la parte alta del Derecho y se incardinan en las constituciones y de ahí por derivación en el resto del ordenamiento. Así por ejemplo, cuando la Constitución española como ley de leyes reconoce el derecho de asociación éste se incardina en elresto de la legislación de tal manera que no existe la posibilidad de que ninguna norma jurídica lo contradiga en cualquiera de las ramas del derecho español.
Por ello es obvio que las Ideas políticas y filosóficas registran una productividad máxima ya muchos de los aspectos de la vida de la mayoría de los seres humanos están regulados y organizados por ellas, pues suscitan las normas así comola aceptación de las mismas.
Sobre Regímenes Políticos
En este capítulo examinamos someramente la posibilidad de regímenes políticos adecuados distintos del régimen democrático.
Así, por ejemplo, puede afirmarse que tiene escaso sentido hablar de determinados conceptos democráticos (así partidos políticos) en una sociedad en la que la formación de su voluntad proceda por acuerdos...
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