La Democracia En Nicaragua
(Dedicado al Dr. José Antonio Alvarado; víctima del Absolutismo.
—Jaime Pérez Alonso—
Managua
Es verdaderamente lamentable que para que el ciudadano pueda ejercer libremente el derecho cívico a expresar su opinión política se requiere que antes tenga garantizada su independencia económica. Es así como se encuentran estrechamente relacionados los conceptos dedemocracia y de trabajo. En consecuencia, civismo y pan son algo así como sinónimos en política.
De lo anterior se desprende que todos los que trabajan para un gobierno —a menos que el voto sea secreto en las elecciones—se sientan obligados a votar por el candidato oficial so pena de perder sus puestos de trabajo.
En lo que al pueblo en general se refiere, y considerando en primera instancialas necesidades primarias de éste, la democracia puede únicamente demostrar su autenticidad cuando su expresión inmediata tenga un carácter comestible. Porque un pedazo de pan tiene más fuerza que diez discursos. Desgraciadamente el problema del desempleo es el reto más grande que tienen que enfrentar los gobiernos empeñados en adoptar la fórmula democrática. Lo cual implica un cruel contrasentidoya que esto requiere, a su vez, de cierto grado mínimo de cultura o de instrucción popular que permita a las masas interpretar y entender la esencia del sistema de gobierno representativo.
Y es que cualquier muestreo poblacional puede poner de manifiesto que el hombre común y corriente ve al gobierno como una institución que está en la obligación de darle algo por nada, de satisfacer en todo oen parte sus necesidades básicas por el mero hecho de ser ciudadano. Ahora bien, si este ciudadano contara por lo menos con una educación primaria podría comprender que, de acuerdo con las reglas económicas de la sociedad, nada es gratis para nadie. El tendría que retribuir mediante el cumplimiento múltiple de sus deberes como ciudadano productivo, padre, esposo, etc. Es entonces, y solamenteentonces que él estaría en capacidad moral de exigir el cumplimiento de sus derechos. De ahí que al estudiante deberá de enseñársele reiteradamente que a cada derecho corresponde un deber, lo cual constituye la esencia cívica de la democracia.
En nuestro país la Cruzada de Alfabetización (apartando el indoctrinamiento político que implicó) enseñó a un alto porcentaje del pueblo a leer aunquelamentablemente para la cultura este importante logro no pudo ser reforzado debido a la imposibilidad económica de que el alfabetizado pudiera mantener un ritmo constante de lectura capaz de permitirle afianzar de manera permanente su valioso conocimiento. Sin esta facilidad lo aprendido se olvida rápidamente.
Recordemos que a las comunidades campesinas difícilmente llegan los diarios. Y mucho me temode que esta triste realidad estamos volviendo a nuestra etapa original de analfabetismo. Y a esto deberíamos agregar (volviendo a la interpretación de la doctrina) que, como afirma el escritor político norteamericano Jacques Barzun: «La Democracia es una cultura, es decir, el cultivo deliberado de una pasión intelectual en gente con inteligencia y sentimientos». Lo cual confirma mi idea de quenuestros pueblos, dado su alto grado de falta de educación, no están preparados aún para la democracia.
Y para sustentar nuestra tesis habremos de referirnos brevemente a la experiencia histórica original de Latinoamérica, desgraciado continente cuyos países, con pequeños variantes de grado, obedecen a la misma realidad social. Movidos por las mezquinas ambiciones personales de sus líderespolíticos la independencia de España fue declarada extemporalmente, es decir, sin estar sus pueblos preparados cívicamente aún para asumir las serias responsabilidades que la vida republicana exigía. El mismo Bolívar, en su desmesurado idealismo, no pudo ni supo calcular la magnitud del reto que estaba asumiendo.
Fue así como nuestros pueblos, en completa ignorancia de las reglas que sustentaban la...
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