La Deshumanizacion De La Salud En Colombia
León Fabio Gaviria Montoya
gavirialf@hotmail.com
periódico regional “el Suroeste”
agosto de 2011
Desde hace más de tres años vengo hablando de los perversos ymalignos efectos que ha traído a los Colombianos la ley 100 de 1993, y sus posteriores enmiendas que en ves de mejorar sus fallas, lo que han logrado con creces, es empeorarla. Lo hago con elconocimiento de causa, fui funcionario de una de las entidades de salud más grandes del país, desde donde me tocó la transición; ver pasar la salud como un derecho fundamental garantizado por el Estado, aser un negocio regulado por la Nación, términos muy parecidos pero a todas luces distintos.
El régimen contributivo en salud es un negocio para la EPS, pero el subsidiado lo es igual para lospolíticos de turno, que ven en sus bases de datos un potencial enorme de usufructuarios para sus arcas electorales, mientras nosotros, los ciudadanos, los usuarios del sistema, llámese como quiera, solosomos una unidad de pago por captación (UPC). En otras palabras, nosotros solo representamos dinero anticipado para la EPS, que entran en el juego financiero rentable de restringir gastos y aumentarafiliados para obtener rendimientos, y en el medio están las IPS, las que realmente deben atender a ese ciudadano, cliente o paciente, como se quiera llamar ahora, pero que son reguladas por lacontratación, los planes de beneficios (POS) y la categorización de los niveles de complejidad, amén de la famosa conciliación a la que son sometidos para concertar (negociar una deuda causada) los pagos porservicios a las EPS que se cruzan en muchos casos, con las ARP y el SOAT. Cada uno de estos trata por todos los medios de evadir su pago e imputarlo a su vecino de negocio y en el mejor de los casos alFOSYGA, el cual mediante cumplimiento de una acción de tutela, obligan a prestar. Tutela que incluso resulta inducida por las EPS para que el costo de lo accionado no sea cargado a sus recursos...
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