La desvalorizacion del rol docente
Como punto de partida se tomaron en cuenta algunas investigaciones realizadas en torno a lo que se ha dado en llamar «el malestar docente». La Real Academia Española define el «malestar» como «desazón, incomodidad indefinible».
Se tomaron como base —para el tratamiento del tema en nuestra área específica— investigaciones que en forma directa o indirecta lohan analizado. Entre los investigadores extranjeros merecen destacarse los trabajos de José Esteve, Alfredo Fierro y Claude Merazzi, y, entre los nacionales, los de Analía Kornblit, Nora Mendizábal y Julio Neffa.
4.1. Investigadores extranjeros
4.1.1. José Esteve (1994), en su libro El malestar docente, tuvo en cuenta numerosas investigaciones realizadas entre los años 1980 y 1990, relativas alas dificultades de la tarea docente y a las situaciones conflictivas derivadas de la misma, que se observaron tanto en Europa como en Estados Unidos y Canadá.
Según este autor, las causas del malestar estarían fundadas en «los efectos permanentes de carácter negativo que afectan a la personalidad del profesor como resultado de las condiciones tipológicas y sociales en que se ejerce la docencia».Al estudiar los indicadores del malestar docente, Esteve tomó de J.J. Blasse su categorización de factores de primero y de segundo orden.
Los de primer orden incluyen los recursos materiales y las condiciones directas de trabajo tales como:
• relación docente-alumno;
• violencia en las instituciones educativas;
• carga de actividades en las que se halla inmersa la actividad docente;
•relación docente-directivos y padres en la institución educativa.
Los factores de segundo orden comprenden:
• contexto global o social donde se ejerce la docencia; cultura y valores imperantes en dicha sociedad;
• imaginario social sobre los docentes;
• funciones que la sociedad ha atribuido o delegado al sistema educativo y, por ende, a los docentes. Y en este caso, muy especialmente, lasreferidas a los docentes de enseñanza media, que son los más cuestionados desde el imaginario social.
Estos factores actúan con diferente intensidad, se interrelacionan y se dan en cada persona concreta, la cual, a partir de la estructura de su personalidad e historia personal, configurará su grado de «malestar».
Esteve hace referencia a que, en todas las investigaciones efectuadas, haycoincidencia en describir al docente como un profesional obligado a realizar mal sus tareas, debido a la cantidad de actividades y responsabilidades de diferentes jerarquías que se le exige llevar a cabo, sin ofrecerle los recursos necesarios para poder cumplir con esos requerimientos y la consecuente sensación de desborde en el cumplimiento de su deber.
4.1.2. Alfredo Fierro (1993) hace un estudiopsicopatológico de la función docente, a través de un modelo que tiene como punto de partida la noción de «ciclo del malestar docente».
El modelo que plantea Fierro se basa en la noción tradicional de personalidad como patrón de diferencias individuales: «Lo que a esta noción se agrega o, mejor, lo que en ella crucialmente se corrige es la consideración de la personalidad no como un patrón estructuraly sincrónico, como un determinado conjunto de asociaciones de covariaciones en un momento dado del tiempo, sino como un patrón diacrónico, extendido en la duración temporal, consistente en una sucesión y articulación de comportamientos ordenados de acuerdo con una regularidad y no con un proyecto»2.
Para dicho autor esta articulación y sucesión de hechos estaría representada simbólicamente pordos polos conceptuales contrapuestos: el «ciclo de acción» y el «curso de acción», situándose estos dos polos en el continuum de salud / cursos de acción, y enfermedad / ciclos de acción.
Los llamados ciclos de acción estarían representados por las conductas repetitivas, las reacciones neuróticas, las estereotipias, las adicciones, ciertas conductas de evitación, las circunstancias de conflicto...
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