La desventura de un atípico amor

Solitario y abrumado por la pena del olvido se encuentra un militar retirado que a pesar de gozar de una incalculable fortuna y siervos que aligeran su yugo cotidiano; asume una carga insoportableque acongoja su pecho, lleva un yermo y viejo corazón, que jamás, a pesar de su avanzada edad se ha deleitado en los placeres del amor, su cuerpo jamás ha podido gozar ni de la más leve caricia quefuere capaz de desatar en él una alocada pasión, de esas que solo los amantes en su fogoso idilio pueden entender.
Era un viajero empedernido, en uno de sus viajes a una de las ciudades más románticasdel planeta, Venecia, bajo la complicidad de la noche se ve abordado por la impenetrable y anochecida mirada de un hermoso joven e inadvertidamente se encuentran solos en la barra de un mágico bar. Laoscuridad se muestra portentosa y espontáneamente surgen risas, cantos y conversaciones rebosantes de delirio y felicidad. Por una inexplicable razón, probablemente por estar tan cerca en un lugartan reducido, la atmosfera entre ellos cambia y se carga de eléctrica y excitante anticipación, mientras el joven le mira con sus ojos ardientes –A la mierda- brama y se abalanza sobre él y loempuja con fuerza sobre la barra. Con uno de sus brazos le sujeta las dos muñecas y lo inmoviliza con sus caderas –Madre mía- , con la otra mano le agarra del cabello, tira hacia abajo para levantarlela cara y pega sus labios a los suyos, tímidamente empieza esa lenta y erótica danza de roces y sensaciones, de sacudidas y empujones. Por fin aquel hombre de corazón yerto y solitario se siente amado,por fin su vida se torna apasionante y rebosante de ventura.
Decide partir con el joven a su ciudad natal, compartir su fortuna y entregarse a él en cuerpo y alma. Así pasan presurosos y efímerosvarios meses con una vida marital totalmente feliz. En una ocasión el señor de la casa sale de viaje, como solía hacerlo a menudo, y deja a su amante solo, accidentalmente o más bien porque así lo...