La Devoción A San Benito

LA DEVOCIÓN A BENITO ¿CHARLATANERIA, NEGOCIO O COSA DE LOCOS?
Por: Oscar Alberto Rivas
(Dedicada a todos los cultores de la devoción a Benito y a un ángel que me protege)
oscaralbertorivas@ Hotmail.com

A este San Benito se le llama de Palermo, por la ciudad en que murió, o de San Fratello o San Filadelfo por el lugar en que nació, o también el Moro o el Negro por el color de su piel y suascendencia africana. De joven abrazó la vida eremítica, pero más tarde pasó a la Orden Franciscana. No tenía estudios académicos, pero sus dotes naturales y espirituales de consejo y prudencia que atraían a multitud de gente, como en nuestros días, Benito sigue llevando la Buena Nueva a muchos “pata en el suelo”. Aunque hermano lego, fue, no sólo cocinero, sino también guardián de su convento ymaestro de novicios, y llevo más golpes que cualquier tambor gaitero.
Carlos Rivas (2009) ha publicado en su muro lo siguiente: "no solo fue un simple encuentro, fue un hermoso encuentro de varias generaciones, de diferentes etnias, de amigos, de viejos y buenos amigos, de familias, la gente que nos ha visto crecer, de vecinos, fue un día glorioso, un día lleno de amor, de fe, de alegría en honoral santo negro."
San Benito el Moro nació en 1526 en San Fratello, antes llamado San Filadelfo, provincia de Mesina (Sicilia), de padres cristianos, Cristóbal Manassari y Diana Larcari, descendientes de esclavos negros y como sufrían esos rolos de esclavos. De adolescente Benito cuidaba el rebaño del patrón y muchas veces verdugo, y desde entonces, por sus virtudes, fue llamado el «santo moro» osanto de los negros, termino muchas veces utilizado de manera despectiva. A los veintiún años entró en una comunidad de ermitaños, fundada en su región natal por Jerónimo Lanza, que vivía bajo la Regla de San Francisco. Cuando los ermitaños se trasladaron al Monte Pellegrino para vivir en mayor soledad, el buen Benito los siguió, y a la muerte de Lanza, fue elegido superior por sus compañeros, afuerza de amor se convertía en el imán de la comunión de razas. Que de valores tendría Benito que estando en un país racista y donde los negros no valían ni pimienta logra ser superior de la orden, como decimos en Maracaibo que molleja de vergatario.
En 1562 Pío IV retiró la aprobación que Julio II había dado a aquel instituto e invitó a los religiosos a entrar en una Orden que ellos mismosescogieran. Benito escogió la Orden de los Hermanos Menores, y entró en el convento de Santa María de Jesús, en Palermo, fundado por el Beato Mateo de Agrigento. Luego fue enviado al convento de Santa Ana Giuliana, donde permaneció sólo tres años. Trasladado nuevamente a Palermo, vivió allí veinticuatro años.
Al principio ejerció el oficio de cocinero con gran espíritu de sacrificio y de caridadsobrenatural. Se le atribuyeron muchos milagros. Claro que hizo milagros, estaba recubierto por la magia encantadora de Cristo, su hermano del alma, el negrito Benito transpiraba pura paz, puro amor, pura alegría.
Se le tenía en tal aprecio que en 1578, siendo religioso no sacerdote, fue nombrado superior del convento. Por tres años guió a su comunidad con sabiduría, prudencia y gran caridad. Conocasión del Capítulo provincial se trasladó a Agrigento, donde, por la fama de su santidad, que se había difundido rápidamente, fue acogido con calurosas manifestaciones del pueblo. El pueblo que como el negroide y los “pata en el suelo” jamás se equivoca, allí no había cabida para los prepotentes, el pueblo impuso su sapiencia.
Nombrado maestro de novicios, atendió a este delicado oficio de laformación de los jóvenes con tanta santidad, que se creyó que tenía el don de escrutar los corazones. Benito sigue escudriñando en 2009 el corazón de quienes quieren llegar a Dios a través de su corazón. Finalmente volvió a su primitivo oficio de cocinero. Un gran número de devotos iba a él a consultarlo, entre los cuales también sacerdotes y teólogos, y finalmente el Virrey de Sicilia. Para todos...