La didáctica en el presente

LA DIDACTICA EN EL PRESENTE

“Ya Platón hace girar el problema pedagógico
sobre la realidad de la muerte y subraya que el hombre no le
queda en su último camino más que su educación y su formación”
Fritz März.

Nuestros tiempos se han caracterizado por la errónea idea de concebir todo desde una postura maniqueísta: viejo-nuevo, blanco-negro, verdadero-falso, etc. Sin que laeducación escape a esta visión, aquí están los maestros normalistas y universitarios (buenos y malos) los primeros aparentemente formados con bases sólidas de la Didáctica y los universitarios con un gran bagaje de conocimientos pero aparentemente nada de didáctica. En este mundo concurren dos posturas, dos tradiciones formativas, pero ¿de verdad serán irreconciliables estas dos posturas? ¿Nada podemosaprender en reciprocidad?
En la última década la formación del maestro se ha caracterizado por una deshumanización puesto que en su formación se apuestan por conocimientos técnicos y lo humano poco importa. En las escuelas normales, la mayor parte de las asignaturas del mapa curricular son de carácter pragmático; en el proceso educativo de los profesores tampoco se analizan textos completos,sino que sólo se efectúan lecturas parcializadas. Esto en el mejor de los casos pues todo apunta a la imposibilidad de los profesores a permitir reflexionar acerca de la educación tomando en cuenta a los clásicos de la Educación y de la Pedagogía: Rousseau, Pestalozzi, Herbart por ejemplo. Hay quienes asumen que las escuelas Normales debieran desaparecer y convertirse en escuelas técnicas; comosi ahora ser maestro implicara una tarea menor y esto se puede apreciar desde el hecho mismo del Plan y Programa de estudios, otro ejemplo que refirma este proceso dominado por la razón instrumental es la reforma al Plan y Programa para preparatorias, que tienen la idea de quitar la asignatura de filosofía, lo que demuestra el rumbo que se le pretende imprimir a nuestro mundo. Heideggerreafirma esta idea en El ser y el tiempo donde planteó con firmeza que en Occidente hay un olvido del ser. Desarrolló fuertemente lo óntico pero en nuestros días a quién puede importarle tal situación, el amor que se profesaba por una labor o actividad a cedido a supuestos estándares de productividad. Los discursos oficiales justifican en los docentes “procesos de acompañamiento” anuncian con bombo yplatillos reformas educativas a cada nivel aunque lo cierto es que a todo esto el maestro ha quedado abandonado a su suerte en su actualización y formación pedagógica.
En pláticas con colegas suspiramos por aquella época dorada del normalismo donde la actitud de ser maestro radicaba más en el hecho del amor a la profesión y si bien esto no era una regla si aplicaba a una generalidad. März,aludiendo a Platón expone cómo una cierta edad de preocupación por el alma es constitutiva del ser educador…nada define en sí al ser educador que el amor como fuerza moralizante. [1] Dice März “…el verdadero educador vive siempre y exclusivamente como éste o aquel hombre concreto y no como ideal abstracto o norma de virtud a la que tuviera que aspirar el que esté dispuesto a dedicarse a laeducación” agrega “la palabra amor ha sido profanada y desvalorizada y apenas y se encuentra otra más usada. El verdadero amor se funda en el profundo misterio del hombre infantil. Se dirige al hombre todo en su pobreza existencial y en su plenitud esencial individual, abarca al hermoso como al pervertido y al feo, se muestra como una unión íntima interior y exterior y mantiene al mismo tiempo ladebida distancia y la necesaria reserva en el respeto al misterio de la persona. Es ante todo amor justo y como tal amor allanador, la más importante ayuda que un educador puede ofrecer al encomendado a él para vencer interiormente los duros hechos de la desigualdad humana”. Pero ante todo ello, ¿Dónde esta el maestro? ¿Qué puede decirnos su voz silenciada por un discurso legitimante que aniquila lo...