la diestra de dos padre
Asedios sucesivos
Sin embargo, las tres obras se mantienen férreamente alejadas de lo que pudiera ser un relato autobiográfico convencional. Son más bien una reflexiónsobre el carácter complejo, a medias ilusorio, de dicha empresa: el deseo de verdad, de sinceridad, de exactitud histórica conduce a la gran escritora belga (1903-1987) muy lejos, a un pasado remotoen el que se fundan las raíces de su familia; también conduce a la dispersión implícita en toda búsqueda.El método de conocimiento que aplicaba a todo lo que le interesaba estaba basado en laaproximación, en el rodeo, en los asedios sucesivos al ser inaprensible de las cosas. Pero si el trazado de una vida humana es tan complejo como la imagen de una galaxia, ¿qué decir del trazado deuna familia patricia, medio francesa, medio belga, cuya genealogía se remonta a un tal Cleenewerck, que vivía en 1510 y que llegó a cruzarse con Rubens?
Desde la compasión
A lo largo de latrilogía, la autora bucea en sus lejanos orígenes; dota de sustancia a algunos de los personajes que protagonizaron el pasado familiar y sobre los que ella se construyó una imagen vívida. Tantea unposible perfil materno que resulte afín a la escritora –su madre murió de fiebre puerperal a los once días del nacimiento de Marguerite–; e idealiza a su padre, eje narrativo y moral de su obra.
Regístrate para leer el documento completo.