La diferencia que marca la oración
¿Tiene la oración algún impacto real en nuestro mundo? ¿O simplemente se trata de una conversación privada con Dios?Cuando un matrimonio de Nueva Jersey supo que un hombre había salido de la cárcel y se había mudado a su vecindario, comenzaron a orar por él. Luego levisitaron y abrieron su hogar para un desayuno semanal para ex-criminales como él. Ahora, 22 años después, los hombres más despreciados de la zona cuentan con unlugar para ir donde les acogen y respetan.
¿Qué sucedería si cumpliéramos literalmente el mandamiento de Jesús de amar a nuestros enemigos y orar por aquellosque nos persiguen? ¿Y si se nos llegara a conocer por acercar el cielo a los marginados y a las personas desagradables?
En Apocalipsis, el apóstol Juan prevéuna conexión directa entre el mundo visible y el invisible. En un momento culminante de la historia, el cielo queda en silencio. Siete ángeles se ponen de piecon sus trompetas, esperando. Impera el silencio, como si todo el cielo estuviera escuchando de puntillas. Luego, un ángel recoge las oraciones del pueblo deDios en la tierra —todas las oraciones acumuladas de alabanza, lamento, abandono, desesperación, ruego, etc.— las mezcla con incienso y las presenta delantedel trono de Dios (8:1-4). El silencio finalmente se rompe cuando las fragantes oraciones son arrojadas a la tierra: desatando una tormenta de «truenos, y voces,y relámpagos, y un terremoto» (v. 5).
El mensaje es claro. Las oraciones son esenciales en la victoria final sobre el mal, el sufrimiento y la muerte.
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