LA DIGNIDAD HUMANA EN EL PERU

LA DIGNIDAD HUMANA COMO FUNDAMENTO DEL DERECHO A LA VIDA DEL CONCEBIDO EN EL PERU

Realmente, cuando intentamos abordar el tema de la dignidad humana, no se llega a concertar de manera fehaciente el ámbito tan profundo que encierra este término y que de ello; se desprenda la exigibilidad de respeto y trato por tal condición, que el ser y el deber ser, se encuentran como rasgos constitutivosde todo ser humano. En palabras del Papa Juan Pablo II, en el viaje inaugural de su pontificado, una insoslayable denuncia: “Quizás una de las más vistosas debilidades de la civilización actual este en una inadecuada visión sobre el hombre”. Concretando el problema el Santo Padre agregaba descriptivamente: “La nuestra es sin duda la época en que más se ha escrito y hablado sobre el hombre, laépoca de los humanismos, del antropocentrismo. Sin embargo, paradójicamente, es también la época del rebajamiento del hombre a niveles antes insospechados, época de valores humanos conculcados como jamás lo fueron antes”.1
“Algunas de esas tendencias aunque hablan del hombre y se proclaman humanistas, conducen, por el dinamismo de su visión, a una “cultura de muerte”. Estando basadas en unacomprensión errada del ser humano, impiden un auténtico desarrollo del hombre y es imposible que conduzcan a otra cosa más que a la aniquilación de la vida auténticamente humana. Una antropología correcta será aquella que partiendo desde el hecho humano fundamental conduzca a la comprensión de la realidad cualitativamente singular del hombre, en toda su proyección teleológica trascendente”.2
Quien quieradefinir que es la dignidad no puede por menos de referirse a aquello que distingue la naturaleza específica de la persona, la dignidad exige, pues, dar a todo ser humano lo que es adecuado a su naturaleza misma de hombre como ser personal distinto y superior a todo ser animal, en cuanto dotado de razón, de libertad y de responsabilidad. Justamente por ello, la dignidad debe traducirse en la librecapacidad de autodeterminación de toda persona; siendo así, entendemos a la dignidad como un valor supremo y como contenedor y base de todos los derechos fundamentales, y bienes que se desprenden de tal condición. No hablamos aquí de la dimensión más factual o mecánica del libre arbitrio, sino de la libertad en su dimensión más profunda ontológica, independiente de cualquier actualizaciónparticular por perfecta o deficiente que pueda ser; se trata de una libertad que se experimenta como autonomía, es decir, como dominio racional de sí, como facultad apropiadora de los bienes que se necesita para realizarse y como responsabilidad en despliegue relacional, como moralidad y juricidad.
Para Ilva Myriam Hoyos: “decir que la persona humana es ser subsistente significa que es digna operfecta constitutivamente. Dos aspectos he de resaltar de la nota de la subsistencia. Uno negativo, con el que se expresa que el ser subsistente no está sometido a otro (…) Otro, positivo, con el que se expresa que la persona es un ser que se auto determina, se auto posee, se autogobierna, es decir es señora o dueña de sí (dominio ontológico) y de sus actos (dominio moral).3 Cabe mencionar que cuandohablamos que dignidad es libertad o autonomía, no erramos del todo, aunque ciertamente no se trata de una “mera autonomía “como trataremos de evidenciar aquí”.
Se trata entonces de una “libertad contingente en tanto que no absoluta, con un límite intrínseco que es, sobre todo, la naturaleza humana”4. Se puede decir que la persona descubre a partir de la experiencia de las operaciones más perfectasde su inteligencia y su voluntad, que su libertad, como expresión, de sus dinamismos ontológicos de permanencia y despliegue, reside en última instancia en una dimensión inmaterial o espiritual intrínseca de su ser; esa condición espiritual, superior a la meramente material, hace de la persona, en última instancia, un ser único e irrepetible, propiamente incomunicable.
Creemos que solo una...