La Diversidad Cultural
Desde tiempos primitivos, la montaña ha sido para el hombre un generoso regazo donde él desarrolló su existencia y enraizó sus costumbres. Así fue que lasculturas americanas, tan diferentes entre si, debieron aprender a compartir este vasto territorio de selvas, valles, desiertos e impertérritos macizos con una consigna que les era común a todos, porqueprovenía de los códigos implícitos en el sabio discurrir de la vida: cuidar la tierra. De ella recibían el abrigo y el alimento, y esta realidad, los hermanó – más allá de las diferencias - en lahondura de esa conciencia.
Han pasado muchos siglos desde que las etnias originarias sucumbieron a la invasión europea, pero todavía, soterradamente, siguen aventando la memoria de susantepasados con la ilusión de que la llama que alguna vez alumbró la esperanza de esos pueblos, se mantenga encendida en la conciencia de las nuevas generaciones, como un sagrado legado de la vida.
Poreso es que este invierno, en el valle de Uspallata de Mendoza, al pie de la gran cordillera, la memoria ancestral volvió a repicar como una antigua campana convocando al encuentro. Un “encuentro porla diversidad” que nos señale a los que estamos la armonía de la convivencia. La consigna fue: recordar, compartir, aprender y difundir.
Las lenguas dormidas volvieron a trepar por el silencioadormecido del paisaje, que ya las creía perdidas. Y el fuego alumbró la escena como una anunciación premonitoria.
Llegaron de los cuatro vientos. Pehuenches, Huarpes, Ranqueles. Cada uno con suhistoria, con su legado, con su necesidad reivindicatoria. Y el valle, asombrado, los cobijó como hermanos, mientras que la montaña, madre al fin, sonrió en la esperanza de sus hijos reencontrados.
Regístrate para leer el documento completo.