La dote
La dote
Simón Lebrumet, un notario, se casó con Juanita Cordier por la dote de 300 mil francos para que el señor Papillon le traspasara la notaría.
Lebrumet era bien parecido yagradable y Juanita era joven y muy linda a pesar de su apariencia provinciana.
La boda de ambos fue bien vista por Boutigny, quienes solo los vieron irse a su lecho conyugal y después se marcharíanunos días a París. Ahí, Lebrumet se supo ganar a Juanita al grado que ella ya no sabía vivir sin él.
Un día, Lebrumet preguntó a su mujer si quería ir a París pero que para eso necesitaba eldinero de su dote para pagar el traspaso de la notaría a Papillon.
Juanita fue de inmediato a dar aviso a su padre para que le pagara a su marido la dote, pues estaba emocionada por ir a París con sumarido y pasear por las calles, teatros y cafés como amor clandestino.
Al pedir la dote, el padre de Juanita advirtió el peligro de llevar tanto dinero en la bolsa, pero el yerno argumentó queestaba bien y que él estaba acostumbrado a llevar mucho dinero en el bolsillo.
Ambos se fueron en tren a París, ahí, ellos esperaban poder divertirse estando juntos, pero en el vagón donde ellossubieron, había 2 viejas que se les quedaban viendo privándolos de sus libertades a con el otro.
Al llegar a la estación, el notario sugirió a su esposa pasar primero a almorzar en el Bulevar y luegoregresarían por el equipaje. A elle le pareció una muy buena idea y preguntó que tan lejos estaba el restaurante y él le contestó que un poco y para ir, habrían de tomar un ómnibus; ella sugirió uncoche, pero el advirtió que lo mejor sería ahorrar e ir en el ómnibus.
Al subir al ómnibus, Lebrumet le dijo a Juanita que se quedara abajo mientras él viajaría arriba para fumar. Ella quiso hablarpero el conductor, quién la conduciría adentro, la tomó del brazo y la metió al carro.
Dentro, Juanita se sentía sobresaltada al estar entre un hombre gordo y una vieja que olían mal, además,...
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