La Duquesa De Malfi
Antonio Bologna, que pertenecía a una respetable familia, fue educadoen la corte de Nápoles, se le nombró mayordomo de Federico, el último rey de los Aragonian, y siguió a su señor en su exilio a Francia. En 1504, a la muerte de Federico, Antonio regresó a Nápoles, donde se le ofreció el puesto de mayordomo de la Duquesa de Malfi, que también pertenecía a la casa de Aragón. La joven viuda se enamoro perdidamente de Antonio y temiendo la ira de sus hermanos-Lodovico, que había renunciado a su título de Marques de Gerace para convertirse en Cardenal, y Carlo (el Ferdinand de Webster) que lo había heredado- ella se caso con Antonio en secreto, con su doncella como único testigo.
Tanto en la vida real como en la obra de Webster, el casamiento se mantuvo en secreto durante algunos años. El nacimiento de su primer hijo pasó desapercibido, pero con la llegadadel segundo comenzaron a esparcirse los rumores, llegando a los oídos de los hermanos de Aragón que pusieron espías para vigilar a su hermana. Advertidos del peligro que corrían, Antonio se marchó con sus dos hijos a Ancona, dejando a la Duquesa, que estaba de nuevo embarazada, en su palacio. Posteriormente la Duquesa embarazada emprendió un viaje de peregrinación a Loreto, desde donde se proponíareunirse con Antonio. A su llegada a Ancona, ella hizo público su matrimonio al personal de servicio que la acompañaba, informando que renunciaría a su rango y título para vivir con Antonio y sus hijos. Uno de sus sirvientes informó de inmediato al Cardenal y el resto la abandonó regresando a Amalfi.
En Ancona la Duquesa logró reunirse con su marido naciendo allí su tercer hijo, y disfrutando deunos meses de paz antes de que el Cardenal de Aragón presionara al Cardenal de Gonzaga, mandatario de Ancona, para que expulsara a Antonio. Previendo esta posibilidad, Antonio había planeado refugiarse en las propiedades de un amigo en Siena. Tan pronto se hizo pública la expulsión -en el verano de 1511- partió con la Duquesa y sus hijos, evitando el intento de captura y asesinato que pesaba sobreellos. El Cardenal continuó cerrando el cerco en torno a ellos, y de nuevo, el mandatario de Signiory de Siena se dejó convencer por su hermano, Cardenal Petrucci, para decretar la expulsión de sus tierras. En esta ocasión Antonio y su familia tuvieron más dificultades al planear su huida. De camino a Venecia fueron asaltados por una unidad de caballería de hombres armados que hicieron prisioneraa la Duquesa. Ella convenció a su marido para que escapase con su hijo mayor de seis o siete años de edad, afirmando que sus hermanos la respetarían y no le harían daño a su persona. Antonio y su hijo consiguieron llegar a Milan, probablemente al final del verano de 1512. no existe evidencia directa que acuse a los hermanos de Aragón con la muerte de su hermana, pero después de ser recluida en supalacio de Amalfi, nadie volvió a ver a la Duquesa, ni a sus dos hijos pequeños o su dama de compañía.
Sin saber nada de su familia, Antonio vivió en Milán, primero bajo la protección de Silvio Savelli; posteriormente en la casa del marques de Bitonto y de Alfonso Visconti. Aunque los hermanos de su esposa le habían confiscado sus propiedades de Nápoles, Antonio aún conservaba la esperanza de...
Regístrate para leer el documento completo.