La economia
A partir de fines de marzo de 2009, se comenzó a consolidar la confianza en que el mundo había evitado la profundización de la crisis y que estaba pronta a terminar. Esto llevó a los inversores a abandonar lentamente sus posiciones conservadoras y a colocar su dinero en activos cada vez más riesgosos. Por ello, los mercados internacionales tendieron amejorar y, en forma creciente, integraron al alza a los países emergentes. En la medida en que esos recursos incrementaron el financiamiento de las economías y la confianza se empezó a contagiar, la caída de la demanda encontró su piso y, con ella, la merma del nivel de actividad.
Esto tuvo su impacto positivo en la Argentina, pues se moderó el incremento de la salida neta de capitales durante elperíodo preelectoral y, una vez superado, ayudó a disminuirla. Esa salida de recursos es la contracara de un mayor ahorro, es decir, menos consumo e inversión, que se transforman en dólares que van a parar "debajo del colchón", lo que disminuye el gasto interno y, por ende, el nivel de actividad. También juega a favor la mejora de los precios de las commodities y de la demanda externa, que consolidanlas posibilidades de reactivación local.
Hay un factor interno que colaboró en la mejora de las perspectivas, y es el resultado de los comicios del 28 de junio. Si uno era consciente de que había que descartar los escenarios de cambios de rumbo del actual gobierno, surgían tres alternativas. Una era que se fortaleciera al kirchnerismo y abriera el camino a un mayor avance sobre el sector privado,los medios y la Justicia, para compensar el desgaste del poder de la actual gestión. Esto hubiera generado más conflictividad política y económica, y hubiera actuado como un lastre para la recuperación del nivel de actividad. La segunda posibilidad era que una dura derrota "K" terminara con una crisis institucional. A la corta, porque, al no poder profundizar el modelo, abandonaban el gobierno o,a la larga, por el desgaste y la conflictividad derivados de mantener el rumbo sin contar con el poder político suficiente. Todos sabemos el costo económico y social de un hecho como éste.
El 29 de junio, comenzó a generalizarse la opinión de que el resultado había sido el mejor posible. Un kirchnerismo que perdía las elecciones, pero que conservaba cierto poder para negociar condiciones mínimasde gobernabilidad en la transición que llevaría a una nueva presidencia. La contraparte de esta negociación era, no sólo la oposición, sino un peronismo (incluido el disidente) que buscaría limitar los excesos de la actual gestión para poder llegar a 2011 con el partido en condiciones de poner al próximo presidente. De esta forma, la incertidumbre política sería menor y las posibilidades de seguiral mundo en su recuperación, mayores. Así, no extraña que se potenciara el alza de los mercados de activos financieros locales.
Hoy quedan dudas de que estemos en este camino. Si bien inicialmente el diputado electo Néstor Kirchner admitió la derrota y la pérdida del liderazgo del peronismo al renunciar a su presidencia, ante la falta de un contenedor, ha vuelto a dominar la agenda política. Noes que no entendió el mensaje de las urnas como acusan sus opositores. Sí lo entendió un 30% de los argentinos lo votó para que profundizara el modelo y está cumpliendo eficazmente con su mandato. Lo hace consiguiendo los apoyos que necesita en el Congreso para aprobar los proyectos de ley que consoliden ese rumbo y el poder necesario para gobernar. En realidad, los que no entendieron la demandade sus electores fueron los políticos de la oposición y del peronismo disidente, a los que se les pedía que limitaran los excesos de actuales y que no sólo no lograron llevar agua para su molino, sino que permitieron que fluyeran fuera del redil algunos de sus supuestos aliados. También deberían analizar sus votos "anti-K" quienes lo depositaron por algunos sectores pseudoprogresistas que hoy...
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