La Educación en la Segunda República


LA EDUCACIÓN EN LA SEGUNDA REPÚBLICA

En un momento como el actual donde nuevamente, y como cada vez que un partido político accede al poder, se replantea el proyecto educativo español, no me parece desafortunado volver la vista atrás y recordar lo que fue, en la época de la Segunda República, la piedra angular de todas las reformas que trató de implantar el nuevo régimen.
Efectivamentelos artífices de la Segunda República fueron conscientes de que para implantar un Estado democrático se necesitaba un pueblo alfabetizado. Era el Estado educador.

La Constitución Republicana de 1931, fue el texto que más extensamente se ocupó de los problemas de la educación. Tenía como premisas que ésta fuese única, gratuita y obligatoria al menos en lo que se refiere a la educación primaria.Defendió la libertad de cátedra y la laicidad en la enseñanza. Estableció el régimen funcionarial de los maestros, profesores y catedráticos y quiso garantizar la gratuidad y el acceso a la educación sin otro condicionante que la aptitud y la vocación.
En su defensa de la libertad de pensamiento, intentó poner las bases para garantizar el bilingüismo y se suprimió la obligatoriedad de la enseñanzareligiosa, aunque se mantendría en aquellos casos en que los padres lo desearan y suprimía la obligación de impartir ésta asignatura a aquellos maestros que invocaran la libertad de conciencia. Así, la libertad religiosa tenía como única expresión en la escuela, el respeto a la conciencia del niño y del maestro.
Se impulsó la coeducación, se juntaron en las mismas aulas a niños y niñas, en arasa una educación igualitaria. Me resulta sorprendente como hace caso un siglo el pensamiento de aquellos políticos era sumamente más claro y libre en cuestiones que actualmente ya deberíamos tener superadas; ¡Desgraciada secuela de tantos años de dictadura!, en definitiva.

Para la Segunda República la preparación del maestro era esencial. Se percataron de que, la formación de éstos hasta esemomento era tan exigua como su salario. Entendió que debía formar a los futuros maestros, dar reciclaje a los ya existentes y remunerarlos adecuadamente. Se instauraron normas de acceso en la que los candidatos a maestro pasaban tres meses bajo control del Ministerio y recibían preparación en tres aspectos: conocimientos, preparación profesional y orientación pedagógica.
Todo tenía el aromapedagógico de la Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos, que fue el soporte intelectual en el que se apoyó la República.
Evidentemente no todos estuvieron de acuerdo con estas medidas. La iglesia se vio seriamente afectada. Una vez aprobada la Constitución, el 1 de enero de 1932 la jerarquía eclesiástica dio a conocer una pastoral colectiva en la que se rechazaba lamisma, afirmando su derecho a enseñar y el de los padres a la elección de los centros docentes que estimaren convenientes para la educación de sus hijos. Se produjo una “guerra escolar” entre los partidarios de la enseñanza confesional y entre los que propugnaban la enseñanza laica. Llegó a intervenir la Santa Sede, con Pío IX. Realmente fue un hito importante en la lucha por la laicidad en España:fue la primera vez que la educación en nuestro país, enfrentaba formalmente al Estado español con la Iglesia de Roma. Aprobada la Constitución, al ministro Fernando de los Ríos le tocó lidiar con la reforma más drástica y conflictiva: la disolución de la Compañía de Jesús, que mantenía una buena parte del control de la educación privada en España; a las órdenes religiosas se les prohibió impartirenseñanza mientras a los maestros se les "liberaba" de la obligación de impartir doctrina religiosa en clase.
Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa: la política de sustitución de la escuela religiosa fracasó, porque las órdenes religiosas se defendieron de esta prohibición contratando maestros y personal docente seglar con todos sus derechos civiles reconocidos. De esta manera, a todos los...