la educación secundaria argentina un proceso de inclusión excluyente

“LA EDUCACION SECUNDARIA EN LA ARGENTINA, UN PROCESO DE INCLUSION EXCLUYENTE”.

La educación pública en la Argentina, ha sido quizás el instrumento más usado y manipulado a partir de los diversos intereses políticos de los gobiernos de turno. En el presente ensayo, intentaremos hacer un breve recorrido por algunos aspectos que consideramos relevantes para enmarcar elproceso de “exclusión” que ha atravesado a la educación secundaria pública en nuestro país. La hipótesis que pretenderemos desarrollar y contextualizar será: “el sistema educativo argentino fue, y sigue siendo de algún modo excluyente”.
Si nos remontamos a los orígenes mismos de dicho sistema podemos afirmar que éste se creó a imagen y semejanza del modelo de organización francés. En él laprincipal función era la formación del ciudadano para desempeñarse dentro de las clases dirigentes, al igual que la capacitación de los mismos para lograr una posterior formación universitaria exitosa.
Dicha empresa suponía un carácter sumamente selectivo, podemos hablar de un sistema “piramidal excluyente”, al que solo una pequeña parte de la sociedad podía acceder. La escuela primariaarticulada a partir de la normativa prevista en la ley Sarmentina 1420, proponía educación “laica, gratuita y obligatoria”.
Pero lejos del carácter abarcador de ésta frase casi utópica, sólo aquellos que gozaban del privilegio de ser blancos y pertenecer a los estratos sociales más adinerados eran invitados a participar de la escuela pública naciente. Descendientes de gauchos, pueblos originarios,zambos, mulatos y negros, formaban parte de la larga lista de aquellos que por su condición étnica o religiosa quedaban fuera de la prometedora oferta educativa.
La “laicidad” ha sido uno de los grandes mitos dentro del sistema educativo. Dado que la mayoría de las primeras escuelas funcionaban en instalaciones de iglesias, simbolismos y tradiciones inherentes a la religión católica, han atravesadoverticalmente la historia de las instituciones educativas. Dentro de ellos podemos mencionar la tradicional bendición en la inauguración de aulas, o de la misma bandera de ceremonias. Dichas tradiciones se mantuvieron firmes, resistiendo el mandato que la ley 1420 promulgaba. La mítica “laicidad” inclusiva, se diluía en el acontecer mismo de la realidad educativa que marchaba bajo los ojos de Dios,y por lo tanto todo aquel que no profesaba la misma creencia, debía aceptar y compartir el ejercicio de rituales para ellos desconocidos.
Con el correr de las décadas y como consecuencia de las influencias del “huracán neoliberal”, la falta de inversión en educación pública no tardó en hacerse presente y con ella el vaciamiento y deterioro de las instituciones educativas. Docentes mal remuneradosresistían en las aulas, ante un proceso de desmantelamiento organizado que pretendía atacar sino el principal componente de cualquier sociedad democrática en desarrollo, “la educación pública”. Ante tremendo fenómeno la propuesta educativa privada no se hizo esperar. En sus comienzos, casi en su mayoría, las escuelas religiosas aranceladas llegaban para suplir las falencias de la escuelapública en decadencia. En dicho proceso la “exclusión” era la reina protagonista, ya que solo aquellos que contaban con los medios económicos podían enviar a sus hijos a éstas escuelas, y como valor agregado excluyente, la condición religiosa hacía determinante la matrícula de aquellos que podían acceder.
Con los devenires del correr de la historia, la educación pública fue mutando sobre diversosformatos, más selectiva, de carácter más inclusivo, etc. Pero los diversos procesos dictatoriales que inscribieron nuestra historia hicieron que el sistema público educativo siempre cobrara finalmente la vieja configuración católica y conservadora, en otras palabras, elitista y excluyente.
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