El propio Khun insistía en que el concepto de paradigma no era explicativo, en modo alguno, y rechazaba su uso en la forma como se interpretó en el mundo contemporáneo, pero aun así todosentendemos que un paradigma es una forma de consenso con relación a un conjunto de conceptos que nos permiten analizar una determinada parte de la realidad y sobre lo cual si no todos la mayoría pareceestar de acuerdo con esa manera de analizar una porción de la realidad. En el caso de la educación superior aparecen a finales de siglo nuevas maneras de enfocar esa porción de la realidad que es laeducación superior. En todos los casos obligados porque esa realidad aparece ante los ojos de los analistas con una perspectiva común, su globalización, su universalidad, su internacionalización. Enel ámbito mundial, entonces, nos topamos con el discurso unesquiano, que si bien pasa por el eje de una burocracia internacional busca nuevos caminos interpretativos, si bien por fuerza de lascircunstancias se trata de un enfoque que por conciliatorio permanece a menudo en la periferia de los fenómenos, haciendo consideraciones y propuestas que útiles e interesantes pagan el tributo delfalso consenso, que es como llamo todo aquel consenso al cual se llega después de eliminar todo posible conflicto. Es decir, esos consensos acerca del cual todos estamos de acuerdo, en formaartificial. Paralelamente nos hallamos frente al discurso critico, que parte del enfoque científico y que permanece autónomo e independiente de bases burocráticas que por lo tanto pierde expresarse conmayor libertad, porque básicamente no acepta el consenso como principio sino que más bien se halla abierto al consenso y a la discusión, aceptando que le realidad no acepta consensos falsos sino quese comporta tercamente al margen de esos consensos interesados y manifiesta su brutal fortaleza en forma tal semejante a los fenómenos de la naturaleza, a menudo indetenibles e irreversibles.
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