la educación
Krishnamurti (1895-1985)
Cuando uno viaja alrededor del mundo, ve hasta qué punto la naturaleza humana es la misma, ya sea en la India o en América, en Europa o Australia, y es un hecho que puede observarse especialmente en los colegios y universidades. Estamos produciendo, como con molde, un tipo de ser humano cuyo principal interés en la vida esencontrar estabilidad, llegar a ser alguien importante, o simplemente pasarlo bien y no tener que reflexionar más que lo imprescindible.
La educación convencional hace sumamente difícil el pensamiento independiente, y la conformidad conduce a la mediocridad. Ser diferente del grupo o no dejarse influir por el entorno no es fácil, y es a menudo peligroso, cuando la tónica general es rendirculto al éxito. La imperiosa necesidad de tener éxito en la vida —que es la recompensa que esperamos por nuestro trabajo, ya sea en el plano material o en la llamada esfera espiritual—, la búsqueda de seguridad, interna o externa, y el deseo de comodidad constituyen un proceso que sofoca el descontento, pone fin a la espontaneidad y engendra temor; y el temor impide comprender la vida coninteligencia. A medida que avanzamos en edad, la mente se embota y se insensibiliza el corazón.
La búsqueda de bienestar y comodidad generalmente nos lleva a refugiarnos en un rincón de la vida donde los conflictos sean mínimos; y entonces tenemos miedo de salir de ese refugio. Este temor a la vida, este temor a la lucha y a las nuevas experiencias mata en nosotros el espíritu de aventura. Toda laeducación que hemos recibido hace que nos dé miedo ser diferentes a los demás, o pensar de manera distinta a la establecida por la sociedad y basada en un falso respeto a la autoridad y a la tradición.
Afortunadamente, hay algunas personas sinceras que están dispuestas a examinar los problemas humanos sin ninguna clase de prejuicios ideológicos; pero, en la gran mayoría de nosotros, no existeun verdadero espíritu de inconformidad, de rebeldía. Cuando, sin entenderlo, nos rendimos a los preceptos del medio en el que vivimos, cualquier espíritu de rebeldía que hubiera en nosotros hasta entonces se va apagando, y nuestras responsabilidades pronto le ponen fin.
Hay dos clases de rebeldía: la rebeldía violenta, que es una mera reacción, falta de entendimiento, contra el ordenestablecido, y la profunda rebeldía psicológica de la inteligencia. Son muchos los que se rebelan contra las ortodoxias establecidas solo para acabar cayendo en otras ortodoxias, en otras ilusiones y veladas vías de autocomplacencia. Lo que generalmente sucede es que abandonamos un grupo o una serie de ideales y nos identificamos con otro grupo u otro ideal, creando así un nuevo patrón de pensamientocontra el cual tendremos que volver a rebelarnos. La reacción solo engendra oposición, y la reforma necesita ulteriores reformas.
Pero hay una rebeldía inteligente que no es reacción y que nace del conocimiento propio, del darnos cuenta de nuestros pensamientos y sentimientos. Solo cuando afrontamos la experiencia tal como se presenta, sin tratar de evitar que nos perturbe, se mantiene nuestrainteligencia vivamente alerta; y una inteligencia vivamente alerta es intuición, que es la única verdadera guía en la vida.
Ahora bien, ¿cuál es el significado de la vida? ¿Para qué vivimos y bregamos? Si se nos educa simplemente para lograr honores, alcanzar una buena posición, o ser más eficientes, o para poder tener mayor dominio sobre los demás, entonces nuestras vidas estarán vacías ycarecerán de profundidad. Si se nos educa solo para que seamos científicos, eruditos aferrados a los libros, o especialistas adictos al conocimiento, entonces estaremos contribuyendo a la destrucción y a la desdicha del mundo.
Aunque la vida tiene un significado mucho más inmenso y sublime, ¿de qué nos sirve la educación si nunca llegamos a descubrirlo? Puede que seamos muy instruidos, pero si...
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