la educacion

Al voltear a la izquierda en esa misma posición, se visualiza una pared, y que aún refleja su antiguo esplendor, con el nombre de la institución “Articulo III”, como proclamando el orgullo dellevar ese nombre.
Entonces, cruzando el patio central, podemos observar los radiantes salones repletos del bullicio provocado por cada uno de los niños que ahí se desarrollan.
Los salones,unos salones de verdad, aunque algunos excesivamente reducidos, aparecían como siempre en sus cuatro bien conocidas paredes, donde se plasman.
El campo de la escuela, es de una gran extensión demás de dos hectáreas, y de un equipamiento idóneo a las necesidades de los niños y acorde a las actividades pedagógicas, en un espacio donde los alumnos se desarrollan.
Basta con solo entrar poresa puerta principal de dos hojas, deteriorada en cierta medida, por aquello y por lo otro; basta con bajar esos pequeños escalones empedrados observando a los lados los jardines, cuyavegetación pareciera morir y volver a vivir, cuyos árboles tan escuálidos fuese como si estuviesen olvidados; para darnos cuenta de que llegamos al patio central, sí, a ese gran rectángulo literalmentetatuado para niños, improvisadamente adecuado con porterías echas de piedra para jugar soccer, mismo lugar donde los actos cívicos se realizan, y donde tienen lugar los encantadores juegos einocentes risas de los niños durante el recreo.
Al voltear a la izquierda en esa misma posición, se visualiza una pared, y que aún refleja su antiguo esplendor, con el nombre de la institución“Articulo III”, como proclamando el orgullo de llevar ese nombre.
Entonces, cruzando el patio central, podemos observar los radiantes salones repletos del bullicio provocado por cada uno de los niñosque ahí se desarrollan.
Los salones, unos salones de verdad, aunque algunos excesivamente reducidos, aparecían como siempre en sus cuatro bien conocidas paredes, donde se plasman.