La educacion

INTRODUCCIÓN

Hace dos años tuve la oportunidad de asistir a un velorio. La tapa del ataúd estaba cerrada, porque la niña fallecida yacía completamente destrozada. Un accidente automovilístico había terminado con sus 16 años de vida. Tristemente antes de salir de su casa, Fernanda había discutido acaloradamente con su mamá, propio de los adolescentes. Salió a buscar a sus amigos y amigas conel coche nuevo que le había regalado hace una semana su abuelo. Se dejó llevar por el enojo y aceleró el auto a todo lo que pudo. Con la velocidad, sus amigos empezaron a sentir cierto nerviosismo, que se transformó en delirio cuando vieron que el auto empezaba a dar vueltas sobre sí mismo. De pronto, un silencio total, que ninguno de los curiosos que observaban en la calle se atrevió a romper,pero que gracias a Dios, se destruyó con la llegada de la policía, de las ambulancias y de cuerpos especializados en rescate. Los bomberos consiguieron abrir el coche con sierras especializadas para ello. Fueron sacando a los jóvenes uno por uno, con sumo cuidado para no herirlos más de lo que estaban. Cuando sacaron el cuerpo ensangrentado de la conductora, se dieron cuenta de que ya estaba muerta.Se añade a todo esto la situación familiar. Los papás se divorciaron cuando ella tenía pocos años de vida. Vivió toda su vida en la casa materna. A su papá, y esto es lo más duro, lo conoció 3 meses antes de su muerte, en una esporádica visita que hizo a su mamá por motivos personales. No sentía ningún cariño ni cercanía por su papá. De hecho, cuando lo vio por primera y única vez, le preguntóa su mamá si era su novio, o quién era. Claro, en una situación familiar como esta, el papá no se dignó estar presente en el velorio de su hija ni en el funeral. Podrán imaginarse el ambiente del velorio. La mamá desconsolada no paraba de llorar ante el ataúd en el que yacía el cuerpo de su hija. Intenté consolarla, y al verme se tranquilizó un poco y me puso una sincera y desesperada cara de “yasé que está en el cielo, pero, ¿qué hago ahora?”.

Casos como el de Fer -así le decían sus amigos- nos muestran cuán variable es la manera de pensar de los adolescentes. Cada uno es un caso diferente, un mundo aparte, sobre el cual hay que construir con bases sólidas y muy poco a poco. Quién le hubiera dicho a la mamá de Fer que pocos minutos después de la discusión que tuvo con su hija, leiban a comunicar que su cuerpo iba a yacer destrozado por un choque mortal.

Es impresionante cómo un joven puede llegar a abrir su alma y su corazón cuando ve en la otra persona a alguien que está dispuesto a ayudarle. Si hay algo que los jóvenes de hoy captan muy especialmente es, si la persona a la que tienen al frente quiere ayudarlos o no, si les estás ofreciendo todo tu apoyo o es nada más depalabra o por compromiso. Y dependiendo de eso te lo cuentan todo o te cuentan solo una parte de lo sucedido, y con justa razón. Cuando un joven encuentra en su papá o en su mamá una fuente sobre la que puede derramar todo lo que trae dentro, ese joven va a ser sincero en todo lo que les diga, porque confía en ellos. Pero esa confianza la dan los papás en primer lugar, son ellos los que le tienenque decir al hijo, con hechos concretos, no solo de palabra, que puede confiar en ellos.

En muchos de los casos, los jóvenes tienden a acusar de todos sus males a los papás: negadas de permisos para fiestas, hoy no puedes salir con tus amigos, estás castigado, deja de ver esa serie, no me gusta tu amigo/a, y un largo etcétera. No siempre será una acusación justificada, pero en otros sí, y esoes preocupante. Preocupa el hecho de que un hijo se dé cuenta de que su papá o su mamá le está negando un permiso solo por capricho, o porque fue lo primero que se le vino a la cabeza. Si esto es así, cuidado. El hijo tendría toda la razón, y podría llegar a una rebelión más grande o más pequeña, dependiendo del tamaño de la injusticia del papá.

Lo que un papá o una mamá hagan por su hijo,...