la energia
2 - Vendedor sin permiso para vender / El boicot
3 - Fin del boicot / Pacto de caballeros
4 - Las acciones volaron
" Un buen día me hablan de San Antonio para decirme que había un
contrato que tenía que firmar al día siguiente, que era imperativo que
estuviera aquí. Hicimos los preparativos, fui al Aeropuerto del Norte. Ya para
estola distribuidora de aviones que había yo establecido en San Nicolás de
los Garza se había trasladado al Aeropuerto del Norte donde se hizo un
aeropuerto privado. Ese negocio me dio a mí habilidad de poder comprar
para Ediciones de El Norte el rotativo offset, que todavía sigue instalada,
que es la rotativa que ha durado más años en producción en los periódicos
El Norte y El Sol.Quiero dejar claramente establecido que empezó a funcionar en 1970 y
ahora en 2005 sigue funcionando. Le habrán agregado una unidad o dos,
no lo sé, pero la parte principal de la rotativa en mi época se instaló, y yo fui
el administrador único de Editora El Sol desde 1963 hasta 1973.
Despegamos de Monterrey rumbo a San Antonio cuando había muy mal
tiempo, por la urgencia de estar en SanAntonio ese día...Esa noche,
Rodolfo, el mayor de mis hijos, habla a nuestra casa en San Antonio, mi
mujer contesta y le dice:
- Tía, estábamos sumamente preocupados por el mal tiempo y
pensábamos que no se habían ido.
- No - le dijo - aquí estamos muy tranquilos, ya cerró su contrato, ya todo
está arreglado.
-¡Ah! pues qué bueno, muchasgracias.
Al día siguiente, el Lic. Abelardo Leal Jr., cerca de mediodía me llama a San
Antonio y me dice:
- Señor, le sacaron todas las acciones de la caja fuerte de la empresa.
- ¿Qué me dice Abelardo?
-Señor, le voy a repetir, le sacaron todas las acciones de las cajas fuertes
de la empresa.
Mal colgaba yo el teléfono con Abelardo, cuando Enrique Gómez Junco me
llamaba:
-¿Sabes lo que aconteció?
- Sí - le dije - me acaba de hablar el Lic. Abelardo.
- Pues yo me encontré con este muchachito, tu hijo mayor, en el elevador
festeja.
Mi madre, molesta dijo: ponga a Rodolfo en el teléfono, y me llamó y le dije
lo siguiente:
- Vuelve a poner las acciones en el lugar de donde indebidamente las
tomaron y regreso a Monterrey. De lo contrario no voy.
- Esono va a suceder - me contestó-.
Le colgué el teléfono.
Llama a Manuel Rivero, mi madre, le dice:
- Manuel, Rodolfo no quiere regresar, pon los periódicos a la venta.
- Doña María Teresa - le dice Manuel G. Rivero - todo esto que han hecho
para terminar con la decisión de que van a vender los periódicos,
perdóneme, pero yo... mi entendimiento no me alcanza.
Al día siguiente vuelvea llamar Abelardo y me dice:
- Por órdenes de Doña Teresa, Rodolfo y Alejandro regresan al periódico -.
- Agárrense, es todo lo que les voy a decir, agárrense.
Al saber que no regresaría al frente de los periódicos, Manuel, Abelardo y
Enrique trataron de alguna manera llegar a un arreglo, se llegó a un arreglo
que todo el mundo firmó, mis padres, mis dos hijos mayores, mi esposa y yo, el Lic. Abelardo, Enrique y Manuel G. Rivero."
La historia con mi hija.
" Me llegaron informes de que María Teresa, mi segunda hija, no obedecía
órdenes, hacía lo que le daba su gana aprovechando la ausencia del padre,
naturalmente. La llamé y le dije textualmente: "- o acatas órdenes o te voy a
mandar a una escuela en Inglaterra."
-Pues si puedes ven por mí-
-¿Ah sí? OK.Pues efectivamente fui por ella. A la niña se le había olvidado que el chofer
que les tenía era empleado mío. Yo sabía en qué escuela estaba, vi al
chofer, esperé a que la subiera al carro, intercepté el automóvil en que ella
venía que era propiedad mía, la subí a un carro que me había prestado
gentilmente Manuel G. Rivero. Yo tenía un pasaporte de ella, fuimos al
Aeropuerto del Norte...
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